Brujas, vampiros y monstruos y demás historias de horror mexicanos han resurgido desde la oscuridad para tomar las butacas del Museo de Cine de la Academia en Hollywood.
Este aquelarre cinematográfico tiene por nombre México Maleficarum, que busca demostrar que el cine nacional de terror tiene con qué defenderse, alejar la idea de que todas las películas tienen efectos malos o que los monstruos son ridículos y, de alguna manera, “resucitar” los nombres de quienes crearon las obras, compartió con La Razón el curador de la muestra, Abraham Castillo.
“México Maleficarum es el resultado de una colaboración con el Museo de la Academia y la Fundación Televisa-Univisión. Ellos (EU) estaban muy interesados en hacer un ciclo de cine mexicano de terror y me contactaron. Les dije que me interesaban mucho las películas que trataban el tema de la brujería, de lo oculto, del más allá. Nuestras películas mexicanas dan mucho más”, comentó.
Del 6 al 27 de octubre se proyectarán en Los Ángeles filmes de Carlos Enrique Taboada, Juan López Moctezuma, Chano Urueta, Alejandro Jodorwsky y Guillermo del Toro, entre otros. Castillo Flores resalta que es también celebrar a los creadores del terror.
“Sí el Indio Fernández, sí Pedro Infante, sí Cantinflas, pero no olvidemos a nuestros creadores del terror: Taboada, López Moctezuma, el mismo Guillermo del Toro emergió de este caldo de cultivo-narrativo-exótico y ahora tenemos no sólo un ganador del Oscar, sino casi un santo patrono de las artes”, señaló.
Volver a proyectar las joyas del cine de horror de antaño no sólo es un homenaje a los genios que las crearon, sino también es una manera de conectar con nuestra memoria.
El también programador del Festival Mórbido (que preside Pablo Guisa) destaca que el jueves, en la inauguración de la muestra, pudo ver mucha gente joven emocionada por descubrir estas historias y, algo muy importante, que muchas de esas películas, que se van a proyectar de nuevo, no habían visto una sala de cine en décadas.
“Mucha gente joven hablaba de eso, de reconectar, de lograr una experiencia comunitaria, de estar asustados todos juntos. Todas estas películas, independientemente de ellas, tienen un componente emocional. Es importante para la gente cuando las ve, porque les recuerda su infancia, cuando las conocieron por primera vez, por la abuela, por los papás. Hay un viaje emocional de los filmes.
“Acuérdate que en Estados Unidos funciona muy fuerte eso, porque es una invitación a que la gente conecte con sus raíces estando fuera de México, y los lleva a un lugar de nostalgia, de memoria, recordar qué es lo mexicano. Históricamente han sido denostadas, no son las películas Alfa; sin embargo, son embajadores culturales en todo el mundo, había técnicos y artistas mexicanos”, manifestó.
Para lograr este reencuentro de cintas, El Museo de la Academia contó con la colaboración de Fundación Televisa-Univisión, un proceso que llevó su tiempo y no fue nada fácil.
“La gente piensa que uno hace su lista y se las manda a alguien para que las consiga, pero no es así y ésa es la parte interesante. Hay que hacer la búsqueda de las películas, qué copias hay, en qué estado están, quién tiene los derechos, cuánto cuestan, el transporte, incluso descubrir que algunas estaban atrapadas en asuntos legales. A partir de ahí sigue preguntar quién quería colaborar, ir sumando aliados a esta ceremonia de la resurrección”, destacó Abraham Castillo.
Entre las cintas que se proyectarán destacan Vampiros, Veneno para las hadas, Alucarda, Hasta el viento tiene miedo, La maldición de la Llorona, Santa Sangre y La nave de los monstruos, entre otras; una nutrida oferta cinematográfica justo a unas semanas de Día de Muertos y Halloween.