La película Titanic, de James Cameron, es una de las cintas que más impactaron en el público de finales del siglo pasado, convirtiéndola en un clásico prematuro dentro de la historia del séptimo arte. En diciembre de hace 25 años cambió la ruta del cine conquistando a millones de espectadores, pues incorporó un relato de amor y de lucha de clases, contó con dos destacados actores, Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, y tuvo una gran maquinaria publicitaria, inusual en esa época, destacan expertos consultados por La Razón.
James Cameron, director de cine reconocido por cintas como Terminator y Aliens, se aventuró a filmar un ambicioso largometraje de amor ambientado en uno de los naufragios más famosos de la historia. El resultado fue Titanic, protagonizado por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.
Para José Antonio Valdés Peña, crítico de cine y docente, la cinta está compuesta de una fórmula que ya estaba probada en el séptimo arte, pero que Cameron supo adaptar de una manera espectacular, atrayendo a millones de personas alrededor del mundo: “Es una muy inteligente revisión del director de una fórmula hollywoodense que consiste en situar una historia de amor, en la cual van implícitas la lucha de clases y los diferentes tipos de vida, enmarcándola en un suceso histórico”, explicó en entrevista con La Razón.
Para Valdés Peña, esta estructura narrativa resulta muy atractiva para los espectadores y es un factor que influyó de manera fundamental en el impacto que tuvo Titanic en el público. Asimismo, Gerardo Gil Ballesteros, periodista y crítico de cine, agregó al respecto: “Creo que no tiene desperdicio este tema del romance y de la diferencia social; son películas que le encantan a la audiencia y creo que eso funcionó bastante bien”.
Ballesteros explicó que el largometraje es un melodrama, pero también se trata de una película de desastre, muy parecida a las que se filmaron durante la década de los años 40: “Varios personajes te anuncian el desastre y ya avanzado el filme los protagonistas comienzan a intentar salvar su vida”. Por otro lado, señaló que se trata de una película precedida de una gran campaña publicitaria: “Fue enorme la publicidad que se le dio a Titanic; ahora estamos muy acostumbrados a estos blockbusters, como Marvel, DC y Star Wars; estamos acostumbrados a ese marketing, pero el filme de James Cameron fue un precedente del manejo publicitario”, explicó el crítico a este diario.
“Aquí en México, las crónicas de cuando se estrenó Titanic son brutales. Me contaba el gerente de un cine que, en aquel entonces, en Plaza Cuicuilco, era tanta la gente el día del estreno que tiraron una vitrina de una tienda”, apuntó.
Por su parte, José Antonio Valdés Peña comentó que el filme pudo ser el gran fracaso en la carrera de James Cameron, debido al riesgo en inversión que representaba, pero fue el modelo de negocio de la cinta lo que la catapultó a los anales de la historia.
“Tenemos que entender que es un modelo de negocio: tienes infraestructura creada para esta película, derrama económica en otro país, protagonistas jóvenes y guapos, una historia convencional que todo el mundo compra y finalmente la mercadotecnia. Vendieron el collar, réplicas del Titanic y todo el mundo escuchaba la canción que enmarcaba esta historia de amor”, dijo el maestro Valdés Peña.
Asimismo, explicó que James Cameron es un director que conoce su negocio y sabe lo que es trabajar en Hollywood: “Sabe aprovechar todos los elementos que el cine le da para hacer un negocio y al mismo tiempo crear una revolución artística y tecnológica en el cine, con películas profundamente populares, como pueden ser Terminator, Titanic o incluso Avatar”.
La elección del elenco fue fundamental para el éxito de Titanic, pues se eligió a dos jóvenes y talentosos actores, considerados en la actualidad como de los mejores de su generación: “Kate Winslet tenía la mano ganadora porque tiene formación inglesa, Royal Shakespeare Company, había estado relacionada ya con Kenneth Branagh, ahí la actriz era ella”, explicó José Antonio Valdés Peña.
Para el crítico y docente, el caso de Leonardo DiCaprio es de superación personal, pues el joven actor recibió una fama apabullante tras protagonizar el filme, hecho que lo obligó a trabajar duro para no ser encasillado en un tipo de papeles: “Empezó a darle la vuelta a esa situación y trabajó con directores más arriesgados como Danny Boye y Steven Spielberg, hasta que se convierte en el actor fetiche de los proyectos más arriesgados de Martin Scorsese”.
Durante más de 10 años, Titanic fue la película más taquillera de la historia, logrando recaudar dos mil 202 millones de dólares a nivel mundial. El largometraje incluso se ha convertido en un clásico para ver en Navidad y pretende acaparar nuevamente la taquilla en su reestreno programado el próximo 10 de febrero de 2023 con una versión remastetizada en 3D 4K HDR y high frame rate (alta velocidad de fotogramas).
“Titanic que va a ser de estas películas que en algunos años, en cualquiera de los formatos de entretenimiento que existan, va a estar en los canales de cine clásico”, concluyó Gerardo Gil Ballesteros.