La cinta Ant-Man and the Wasp: Quantumania, que inicia la quinta fase del Universo Cinematográfico de Marvel, muestra que nadie es mejor para ir contra un gran villano que la propia familia, destaca Kevin Feige, presidente de Marvel Studios.
“Hablamos sobre la familia, que va de la mano de la vulnerabilidad y el bienestar. ¿Quién mejor que ésta para enfrentarse al que tal vez será el más grande villano del UCM?”, resaltó recientemente Feige, en conferencia de prensa.
Para el director de esta nueva entrega Peyton Reed, la película amplía la historia de la familia del Hombre Hormiga para comenzar a revelar algunos secretos que han guardado sus miembros.
“Seguimos la historia de esta familia, lo que en Quantumania hemos hecho es realmente ampliar esa historia y empezar a hablar de los secretos que guardan los miembros de la familia unos de otros, las cosas que no se cuentan”, explicó.
En el largometraje los sucesos ocurren poco después de los eventos de Avengers: Endgame (2019). Trae de vuelta a actores que han formado parte de la historia del famoso superhéroe: Paul Rudd (Ant-Man), Evangeline Lilly (Hope Van Dyne/Wasp), Michelle Pfeiffer (Janet Van Dyne/Wasp) y Michael Douglas (Dr. Hank Pym). Además de incorporar por primera vez a la actriz Kathryn Newton, quien da vida a una Cassie Lang con 18 años de edad.
Scott Lang (Ant-Man) se encuentra disfrutando de su vida como Avenger hasta que Cassie inventa un transmisor, el cual llega al Reino Cuántico. Sin embargo las cosas se salen de control, porque el artefacto ocasiona que el superhéroe y sus colegas sean enviados a dicho lugar, sin que les sea posible volver.
Es en dicho sitio donde serán protagonistas de diversas aventuras y se enfrentarán a peligros, entre éstos al gran villano Kang, El conquistador, interpretado por Jonathan Majors.
“Son empujados al Reino Cuántico y tienen que resolver sus dinámicas familiares mientras están en este mundo bizarro”, apuntó Reed, quien agregó que en este largometraje también Ant-Man se debate entre ser un superhéroe y pasar más tiempo con su hija Cassie, como una manera de recompensar el tiempo perdido.
“En esta película, Scott lucha internamente, porque todavía ve a Cassie como una niña, pero ahora ella es una joven adulta, es idealista. Tiene sus propias ideas sobre su vida, lo que da lugar a una gran tensión dramática y también cómica”, externó el realizador.
Si bien, se explorarán diversos aspectos de esa compleja familia, el productor Stephen Broussard resaltó que la historia está aderezada con épicas batallas y escenas de acción.
“Es una aventura familiar, la historia de una familia de superhéroes que se ve envuelta en una aventura dentro del Reino Cuántico, con lo cual se convierte en una épica película de batallas. Son muchas cosas diferentes envueltas en una sola película”, comentó.
Feige remarcó que estaban ansiosos por iniciar la quinta fase: “Ya queríamos dar la patada inicial. La fase cuatro se trató de introducir a muchos nuevos personajes y héroes al mundo, y queríamos empezar la fase cinco con una tercia de personajes que ya amáramos”.
Nuevos rostros
El debut de Kathryn Newton en el Universo Cinematográfico Marvel, para la actriz es un sueño cumplido, pues desde pequeña tuvo el anhelo de ser una heroína.
“Siempre quise ser un superhéroe de Marvel, quería ser parte de esto y lograrlo es la prueba de que los sueños se cumplen”, apuntó emocionada la artista.
Por su parte, Jonathan Majors, quien hizo su primera aparición con Kang, El conquistador, en la serie de Loki, dijo que lo importante para ser el antagonista de la historia fue conocer a detalle a cada uno de los personajes.
“No puedes ser antagonista si no sabes quiénes son, sino conoces cuáles son sus sueños y esperanzas. Mi objetivo es hacer eso”, aseveró.
Transición sigue, pero sin tomar riesgos
Luego de un periodo con más series que películas, donde se permitieron correr mayores riesgos, arrojando un innegable saldo a favor, vía producciones como el inconsistente, pero refrescante y encantador ejercicio de estilo llamado Wandavision, la envolvente pieza de género protagonizada por Moon Knight o la compleja y hasta profunda aventura con disertaciones existencialistas que consagró a Loki, Marvel Estudios da inicio a la nueva fase buscando pisar sobre seguro con Ant-Man and the Wasp: Quantumania.
Y es que tienen tan ensayada la fórmula, que al menos para el cine prefieren la comodidad, y antes que desarrollar la intensidad del drama o elaborar algún otro tipo de exploración con respecto a sus conceptos, como sucedió en las series mencionadas, enfocan el esfuerzo sólo en las cuestiones técnicas volviéndose sumamente predecible. Vamos, que esa misma trama sobre un puñado de recién llegados uniéndose a revolucionarios para enfrentar un régimen dictatorial, con todo y un adolescente arengando la sublevación, la acabamos de ver en Black Adam, y vaya que esa película está llena de convencionalismos.
La visita obligada de Scott Lang y compañía a este insólito reino cuántico que viera la luz en los cómics del Capitán América allá por 1943 -ahí denominado como Microverse- y al que sólo se puede acceder mediante el encogimiento subatómico, sin duda resultaba materia prima ideal para desbordar la imaginación, y era obvia la apuesta por el CGI para generar por completo la mayoría de los escenarios y los personajes.
Sin embargo, el artificioso resultado por momentos sorprende tanto como en otros causa distanciamiento, y aunque se aprecia el intento por diseñar una fauna, entorno y sistema social propio, éste naufraga ante lo genérico de la estructura y el funcionamiento.
Kang el conquistador, pese a la trama que por momentos lleva algunas de sus acciones a las salidas tramposas, es el que por sí mismo representa lo más sólido de la propuesta en general. La sobria interpretación de Jonathan Majors, quien le otorga un dejo de irónica amargura a la retorcida naturaleza del personaje y la de sus despiadadas variantes, manteniendo el aire de tragedia que acompaña sus manipulaciones y lo atroz de su pasado que se confunde con su futuro y presente -algo de lo cual aquí conocemos un poco más-, lo encamina con certeza a convertirse en el gran villano que se espera para la actual fase 5.
MODOK por su parte, quien no hace mucho encontró su mejor versión en la satírica producción animada de HOLU -por desgracia ya cancelada-, es una promesa incumplida de autoparodia, dado que las posibilidades de su grotesca conjunción orgánica-digital se pierden debido al afán de hacerle entrañable entre chistes simples y sin convicción.
Por supuesto están las pequeñas conexiones que dan continuidad al universo expandido, además de las dos respectivas escenas postcréditos que, cumplirán “convenciendo a los convencidos”, de emocionarse y sorprenderse, aunque en realidad son solamente la confirmación de lo que ya se sabía, dentro del colofón para una película apenas entretenida y que queda por debajo de aquel debut fílmico de Ant-Man, el derrochaba ingenio y desfachatez. La película llega a salas de cine de México, hoy.
Con información de Jesús Chavarría