Una de las riquezas de México es que cuenta con una gran variedad de destinos con los que cautiva a los visitantes en toda ocasión, como este 2023. Para aquellos que buscan escaparse del tráfico, del estrés y despejarse el fin de semana, nuestro país tiene diversas opciones para que los turistas entren en contacto con la naturaleza y la arquitectura histórica.
Una de ellas Valle de Bravo, un pueblo mágico del Estado de México, lleno de color que despierta el espíritu aventurero con cabalgatas por los alrededores boscosos.
Valle de Bravo deslumbra por el lago de 21.1 km2 de superficie y una profundidad de 40 metros. Además cuenta con el Parque Monte Alto que tiene 20 km de senderos para ciclismo, caminata y cabalgata.[/caption]
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Además, la belleza de su lago deslumbra a los paseantes, los cuales pueden practicar actividades como kayak, velero, esquí acuático o paseos en lanchas.
Otro de los atractivos turísticos de México es San Miguel de Allende, en Guanajuato. Su imponente parroquia San Miguel Arcángel es ideal para captar en una instantánea la esencia de esta ciudad nombrada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Basta con caminar por sus calles para disfrutar de la arquitectura colonial, o bien se puede apreciar desde el mirador que ofrece una vista espectacular de la ciudad, sin importar si es de día o de noche.
Algunas paradas obligatorias en San Miguel de Allende, consideradas unas de las más bonitas del país, son el Museo Casa Allende, el Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante, el jardín botánico el Charco del Ingenio, así como las pirámides de la Cañada de la Virgen.
Peña de Bernal, además del monolito, tiene otros atractivos como el Museo de las Máscaras.
Para continuar con la arquitectura colonial, Peña de Bernal, en Querétaro también cuenta con edificaciones pintorescas e históricas, en donde la tranquilidad y estilo de vida más relajado llevan a los turistas a olvidarse del ajetreo de la ciudad.
Peña de Bernal es conocido por albergar el tercer monolito más grande del mundo —después del Peñón de Gibraltar en el mar Mediterráneo y del Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil— que mide 288 metros de altura y está a una altitud de dos mil 515 metros sobre el nivel del mar, al cual suben escaladores expertos que buscan un nuevo desafío.
Asimismo Bernal cuenta con otros sitios de encanto como la Capilla de las Ánimas y el Museo de las Máscaras que tiene una colección con más de 300 piezas relacionadas con personajes míticos de Peña de Bernal.
Sin embargo, para quienes prefieren disfrutar del sol y la brisa del mar, las paradisiacas playas de Mazatlán, en Sinaloa, y de Huatulco, en Oaxaca son una opción para darse una escapada.
Mazatlán combina sol y playa con la histórica arquitectura de estilo neoclásico y barroco francés.[/caption]
Mazatlán tiene uno de los malecones más largos del mundo. En sus 21 kilómetros de longitud hay hoteles, restaurantes y, por supuesto, playas como Olas Altas, Cerritos o Sábalo, cada una con un encanto distinto pues el diseño del malecón es diferente.
Mientras que en el centro su atractivo es la arquitectura de los edificios que datan de hace más de 180 años de antigüedad
Su gastronomía del mar se apodera del paladar de los visitantes con delicias como el aguachile de camarón, empanadas de marlín y los tacos de camarón.
Al otro lado del país está Huatulco, un paraíso conformado por nueve bahías de agua cristalina que se pueden recorrer en un tour en yate o lancha. Cuenta con diversas actividades como el buceo, kayak, esnórquel, jet esquí y vela.
Huatulco combina la belleza de la naturaleza con la gastronomía del mar y la típica de Oaxaca como tlayudas y chapulines acompañados de un delicioso mezcal.