Personaje icónico de la Iglesia

‘El exorcista del Papa’: ¿Quién fue Gabriele Amorth, el sacerdote que inspiró la película?

Gabriele Amorth es el protagonista de la película ‘El exorcista del Papa’; el sacerdote italiano fue considerado el exorcista oficial del Vaticano y llegó a realizar más de 100 mil de estos rituales para expulsar demonios

Gabriele Amorth (izq.), sacerdote italiano, será interpretado por Russell Crowe (der.) en 'El exorcista del papa'.
Gabriele Amorth (izq.), sacerdote italiano, será interpretado por Russell Crowe (der.) en 'El exorcista del papa'. Foto: Especial

Si eres fan del cine de terror y el género sobrenatural, entonces aparta el próximo 6 de abril en tu calendario, pues ese día se estrena en México la cinta ‘El exorcista del Papa’. La película dirigida por Julius Avery ha generado expectativas entre los seguidores del cine con temática religiosa, pues aborda la historia de un personaje conocido en este rubro.

Así, en ‘El exorcista del papa’, el actor Russel Crowe interpretará al sacerdote italiano Gabriele Amorth, reconocido por haber realizado más de cien mil exorcismos alrededor del mundo, enfrentándose a casos insospechados, además de por haber dejado lecciones sobre el Diablo que se volvieron parte de nuestra cultura popular, algunas de ellas bastante controversiales.

¿Quién es Gabriele Amorth, el verdadero ‘exorcista del Papa’?

Gabriele Amorth nació en Módena, Italia, en 1925, y fue ordenado sacerdote católico en 1954. Arropado por Candido Amantini, realizó su primer exorcismo en 1986 y, poco tiempo después, se convirtió en el sacerdote oficial del Vaticano autorizado para realizar estos rituales de expulsión de demonios.

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Así, dado a que, para finales del siglo XX, Gabriele Amorth aseguraba haber realizado cerca de 50 mil exorcismos, en 1990 fundó la Asociación Internacional de Exorcistas —de la cual fue declarado presidente honorario de por vida—, a través de la que buscó alertar a más sacerdotes del problema de las posesiones demoníacas que, señalaba, era frecuentemente ignorado.

De esta forma, al final de su vida, en 2016, aseguraba haber realizado más de cien mil exorcismos, logro que, además, le permitió convertirse en uno de los voceros autorizados de la Iglesia Católica sobre el Diablo y su forma de actuar para pervertir a la gente, sobre lo cual escribió más de 20 libros y dejó varias declaraciones.

Entre las más reconocidas destacan la que hizo sobre la posibilidad de que Adolfo Hitler, el líder nazi del Tercer Reich alemán, así como Josef Stalin, secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, estuvieran poseídos por algún tipo de demonio, responsable de que actuaran de una forma que la historia ha catalogado de malvada.

Asimismo, Amorth se volvió parte de la cultura popular juvenil al ser uno de los críticos más férreos de la literatura fantástica, particularmente de la saga de libros de Harry Potter, de la autora J. K. Rowling, la cual, dijo, “oculta la firma del rey de la oscuridad, el Diablo”, pues “la magia es siempre una vuelta al Diablo”.

A todo esto, ¿los exorcismos existen de verdad?

A lo largo de los siglos se han documentado casos famosos de hombres y mujeres quienes padecen alteraciones graves en su personalidad, como arranques de ira, violencia o hasta agresiones verbales en otro idioma, para lo cual, según la Iglesia Católica es necesario realizar un ritual que expulse a los demonios en posesión de su cuerpo.

Casos conocidos hay muchos: el de Gina en 1990, de Roland Doe en 1949, de Maricica Irina Cornici en 2005, entre otros.

Sin embargo, la comunidad científica se ha mostrado escéptica con esta situación. Así, alega que muchos de los síntomas que los sacerdotes atribuyen a una posesión demoníaca son en realidad casos severos de trastornos mentales como la esquizofrenia.

De hecho, la “posesión demoniaca” está codificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un trastorno disociativo y de personalidad múltiple.

Pero, ¿por qué algunas personas supuestamente poseídas hablan con voz demoníaca y se curan después de ver una cruz frente a su rostro? Para la comunidad científica, puede ser un caso de sugestión, pero, para la Iglesia, es un acto de fe.

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AM

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