Jay Rosenblatt decidió tomar una cámara casera y grabar a Ella, su hija, durante cada cumpleaños. Pensó en cómo podía pasar tiempo con su familia, sin necesidad de abandonarla, así que cuando Ella cumplió dos años, comenzó a grabarla y así cada año hasta que alcanzó los 18.
Lo que hacía Jay era preguntarle cada año lo mismo. Elaboró una lista de preguntas que la niña cada que pasaba este lapso de tiempo, respondía de maneras distintas. Hoy, gracias a ese trabajo experimental que intenta transmitir las relaciones familiares y, sobre todo, la paternidad, Jay está nominado como Mejor Documental Corto a los premios Oscar.
"Quería ser real"
Durante una entrevista que sostuvo en el año 2021, Jay Rosenblatt dijo que quería que la gente que tuviera acceso a su material, percibieran una relación real entre padre e hija, que se dieran cuenta cómo es que ella, también, iba creciendo de su mano a través de una lista básica de preguntas que no cambiaron durante todos los años de filmación.
"Quería ser real. Quería que las personas sintieran que esta era nuestra relación particular, pero que fueran capaces de identificarse con sus propias relaciones entre sus hijos o sus progenitores", refirió en dicha entrevista citada por la BBC.
Dicen los críticos que fue precisamente esta sencillez lo que ha cautivado para que se le nomine a los Oscar 2023 en la categoría de Mejor Documental Corto. El tema que trata no es un tema local, es uno que viven muchos padres alrededor del mundo, lo que provoca que en cualquier parte puedas sentirte identificado, si es que tienes hijos.
¿Qué le preguntaba a Ella?
A lo largo de 16 años, Jay preguntaba lo mismo a Ella. Quería saber cómo es que iba cambiando su percepción de lo que concebía del universo, de la existencia en este mundo. Desde "¿Cuántos años cumples?", "¿Qué son los sueños?" o "¿A qué le tienes miedo?", abarcaban esta lista de cuestionamientos para Ella.
Es esta última pregunta la que ejemplifica cómo es que ella iba cambiando su percepción de la vida conforme iba creciendo. A los 9 años, la niña respondió que a lo que más le temía era "a ser diferente, a no poder integrarme"; para cuando cumplió 11, su contestación fue "le tengo miedo a la vida, estoy asustada de vivir, porque hay giros y dobleces que no te esperas y pueden ser duros. No quiero pasar por eso".
Durante una entrevista para Filmaker Fest, Jay dijo que para él fue interesante "ver la diferencia de los años. Cómo sus emociones cambiaron, cómo se expresaba diferente año tras año o se le hacía difícil comunicarse o cuando no quería hacerlo".
Con el documental, Jay espera que las relaciones entre padres e hijos, sobre todo hijas, se fortalezca y que se dé más la oportunidad de abrirse para con ellos y explorar un poco más sus emociones.