Una de las voces más icónicas del rock y de la música a nivel mundial volvió a suelo azteca luego de 6 años de ausencia. Rod Stewart deslumbró con enérgicas interpretaciones de sus temas más populares, en un show compuesto por estridentes vestuarios, virtuosos músicos, talentosas coristas y mucha nostalgia.
El Palacio de los Deportes lucía lleno, con 16 mil espectadores que esperaban la aparición del legendario cantante británico de 78 años de edad. A las 21:00 horas las luces del recinto se apagaron, se escuchaban unas gaitas irlandesas, cuando, con una actitud rebelde, jovial y alegre, se hizo presente Rod Stewart.
Con un saco nacarado, el cabello rubio y alborotado, y unos alocados pasos de baile, Stewart provocó que los presentes se levantaran de sus butacas. Acompañado de 10 virtuosos músicos y tres talentosas coristas, de inmediato logró sumergir a la audiencia en un ambiente baile y rock & roll.
Addicted To Love, You Wear It Well y Ooh La La, fueron los primeros tres temas de la noche, los cuales marcaron la pauta del alucinante espectáculo que estaba por acontecer. Con Some Guys Have All the Luck, It Takes to y Twistin' the Night Away continuó el concierto.
Los visuales eran impresionantes, con destellos y colores brillosos, que remitían a los shows que pueden verse en Las Vegas. Del mismo modo estaban los atuendos de los músicos, las coristas y el propio Rod Stewart.
Uno de los momentos cumbre de la noche fue cuando el público coreó Have You Ever Seen The Rain?, canción original de Creedence Clearwater Revival. Para Forever Young, las dos violinistas dieron un verdadero espectáculo que erizaba la piel, con intervenciones de solos majestuosamente ejecutados.
Todos en el Palacio de los Deportes se levantaron para bailar Young Turks, uno de los temas icónicos de la carrera de Stewart que vio la luz en 1981, en el álbum To Night I'm Your's. Este disco posicionó al británico como uno de los máximos exponentes del new wave.
También destacó el momento en que Stewart salió al escenario portando un saco azul y una camisa amarilla: "Dejen dedicar esta canción a Zelensky y a los ucranianos", dijo el británico para después interpretar Rhythm of My Heart.
El público estaba eufórico, nostálgico y muy entusiasta de ver a su ídolo. En el domo de cobre se podía sentir un ambiente fraterno, había familias de tres generaciones, personas de tercera y mediana edad, y —por supuesto— jóvenes, coreando cada uno de los temas.
Los temas más coreados de la velada fueron Maggie May, Talk About it, Layde Marmalade y Have I Told You Lately That I Love You. Luego de casi dos horas de espectáculo, con momentos emocionantes, melancólicos, románticos y nostálgicos, el show terminó con todos los presentes bailando, con las manos arriba, celebrando a su ídolo.
El concierto de anoche, en el Palacio de los Deportes, concluyó con excitantes interpretaciones de Do Ya Think I'm Sexy y Baby Jane, que hicieron viajar a 16 mil almas a una época lejana, en la que las bolas disco colgaban del techo y los pasos de baile decían más que mil palabras.
DGC