Tratándose de uno de los universos mainstream sobre personajes que usan capas, máscaras, mallas y poseen habilidades extraordinarias, y que desde su origen se distinguiera por reinventar la forma de verlos en el mundo de las viñetas, Marvel no podía abstenerse de responder a la necesidad de inclusión y representación de diversidad de preferencias y género.
Así qué haciendo valido el principal postulado sobre el cual se han desarrollado sus conceptos, ese que dice “En nuestros protagonistas, lo que son y viven como personas es tan importante como sus andanzas en el rol de superhéroes”, el sello que tiene como personaje insignia al buen Spider-Man —quien, por cierto, aquí hace una aparición especial—, han presentado iniciativas como la que que hoy nos ocupa, “Marvel Pride 2023”.
Se trata de un puñado de pasajes que, aunque debido a su brevedad a veces rallan más en lo anecdótico e incluso la mera ocurrencia, apuestan por visibilizar y normalizar en los cómics ese otro rasgo de la naturaleza humana que no obedece a otra cosa que al amor, y que la necedad convertida en prejuicios se ha empeñado en negar dentro de nuestra sociedad y por ende en el mundo del entretenimiento.
Para ello acertadamente dejan de lado cualquier tendencia al dramatismo y apuestan más por un marcado espíritu lúdico acompañado de la emoción de la aventura y cierta reflexión. Así entonces entre otras situaciones nos encontramos con la de una peculiar llamada de auxilio de Loki que nos lleva a conocer fugazmente a sus insólitos ex, una sutil y casi embriagadora space ópera en la que entre visiones marcadas por juegos de luz se replantean su vínculo Hulkling y Wiccan, y el homenaje a las producciones de cine serie b en el que entre bandas de motociclistas en pugna, Moon Dragon y su amada Phyla-Vell reclaman el rol principal que en ese entonces era masculino por excelencia.
Pero quizás el pasaje mas significativo sea el que gira alrededor del pequeño incidente que casi arruina la cita que tienen Venomm y Taku en el reino de Wakanda, dos personajes que desde los setentas estaban pensados para ser una pareja gay interracial, algo que durante mucho tiempo fue censurado principalmente por el Comics Code que estuvo vigente hasta 1989.
Aquí por fin mencionan la palabra que con todas sus letras define su relación, y muestran en plenitud sus sentimientos, una muy tardía pero no por ello menos justa reivindicación.
Mención aparte merece la que sin duda es el mejor logrado de los episodios y que se titula “Pijamada Perpetua”, donde con un juego de ida y vuelta entre el pasado y presente, el cual funciona con base a entrañables inserciones tipo tira cómica en las secuencias de acción principal, conocemos la evolución de la relación entre Escapade y Morgan Red, con una elocuente analogía entre las reacciones del entorno ante el ser transexual y ser mutante. Una llamativa introducción de personaje que aún seguimos a la espera de que adquiera mayor protagonismo, así como la idea de no solo asumir este tipo de posturas esporádicamente.
“Marvel Pride 2023”, publicado por Panini Cómics, aunque adolece de los altibajos propios de una antología que engloba acercamientos de distintos creativos, es una lectura muy entretenida y conveniente, que se complementa con algunos textos extra sobre la historíes del tema en cuestión, y además llega justo a tiempo para hacer eco del aún presente boom de los superhéroes en el cine y la pantalla casera.