Fue el 30 de mayo de 1973, cuando un avión con 82 pasajeros a bordo, fue secuestrado en Colombia, protagonizando así el rapto más largo en la historia de América Latina. ¿Por qué? Porque duró 60 horas con 15 minutos, viajando 60 mil kilómetros y haciendo escalas en seis países, sobrevolando por 12 naciones del continente americano.
Este acontecimiento que marcó la historia de Latinoamérica llegará a Netflix en forma de serie, por lo que hoy te contamos qué fue lo que sucedió y cómo terminó este secuestro que, además, fue perpetrado por dos hombres que no te imaginas a qué se dedicaban...
Un secuestro aéreo de más de 60 horas
El 30 de mayo de 1973 un avión de la Sociedad Aeronáutica de Medellín fue secuestrado con 82 pasajeros a bordo. El avión HK-1274 despegó sin ningún contratiempo desde Bogotá, en Colombia. Tenía dos escalas: la primera en Cali y la segunda en Pereira. Fue ahí en donde abordaron dos nuevos pasajeros: Eusebio Borja y Francisco Solano López.
Al acomodarse, ambos hombres comenzaron a encapucharse, a sacar sus armas de fuego y a amedrentar a la tripulación con el classy: "¡Esto es un secuestro!". Uno de ellos disparó, incluso, contra la parte superior del avión. Los secuestradores, dos futbolistas paraguayos, querían llegar a Aruba, sin embargo, el capitán informó que deberían cargar combustible porque de otro modo, no llegarían a su destino.
Durante el viaje a Aruba, los secuestradores informaron sus exigencias: 200 mil dólares y la liberación de sus compañeros, quienes estaban detenidos en una cárcel en Santander. Ellos eran presos políticos, de acuerdo a la explicación de los secuestradores. Cuando llegaron a Aruba y se dieron cuenta que sólo les darían 20 mil dólares, decidieron volar de nueva cuenta y ahora pedir despegar con destino a Perú. Aunque el piloto pidió aterrizar en Guayaquil, Ecuador, los secuestradores decidieron que era mejor regresar a Aruba para verificar el estado del avión.
Volaron a Centroamérica
Los paraguayos ordenaron que en Aruba se liberara a unos ciclistas que iban a competir en el torneo clásico RCN. Ahí, la azafata fue elegida como interlocutora entre los secuestradores y el secretario general y el abogado de la aerolínea. Aunque permitieron que les llevaran comida a los secuestrados, se dio la orden por parte de los plagiarios que volaran con destino a Centroamérica.
Volaron por Panamá, Costa Rica y El Salvador para volver, de nueva cuenta a Aruba, en donde se hizo un trato: que el piloto fuera sustituido y que llevara consigo 50 mil dólares. Ya llevaban 32 horas de vuelo. Los secuestradores pusieron como límite las 11 de la mañana del dia siguiente. Tras seis horas de este anuncio, volvieron a volar.
Ya el 1 de junio de 1973, el avión viajó de nuevo a Sudamérica con el objetivo de aterrizar en Antofagasta, en Chile. Entre los pasajeros que se fueron escapando y otros más que habían sido liberados, ya quedaban 23. En lugar de llegar a Chile, llegaron a Mendoza, en Argentina. Ahí soltaron al resto de los secuestrados.
Una historia que inspiró al equipo de Netflix
Luego de arribar la mañana siguiente a Argentina, sólo se localizó a la tripulación. El piloto dijo que los secuestradores lo obligaron a hacer dos paradas: Resistencia y Asunción; en cada uno de estos destinos se fugaron los secuestradores.
Eusebio Borja desapareció del radar de las autoridades, mientras que Solano López fue detenido en Asunción. Los dos habían fracasado en su carrera y también al solicitar la libertad de sus compañeros. Solano fue extraditado a Colombia en donde estuvo detenido durante cinco años.
Esta historia servirá a Netflix para su nueva serie, de la cual ya se comenzó el rodaje. En ella participarán Mónica Lopera, Christian Tappan, Enrique Carriazo, Marcela Benjumea y Ángela Cano y contará con seis episodios, aunque todavía no se indica la fecha tentativa de estreno.