Ronnie Colman se convirtió en Míster Olimpia en 1998 por primera vez, su físico era envidiado por más de uno, lo que le valió ser reconocido como uno de los mejores culturistas del mundo; sin embargo, los días de gloria pasaron y su presente no es nada alentador, ya que aquel flamante hombre ahora no puede moverse de la cama.
Sus humildes orígenes lo posicionaron como un icono en el mundo del fisicoculturismo, su perspicacia, determinación e intención por superarse fueron factores fundamentales para que consiguiera el Míster Olimpia en ocho ocasiones, su legado marcó una era en el deporte, pero su presente es gris y aquel hombre ahora necesita ayuda para trasladarse.
¿Cuál es la historia de Ronnie Coleman?
Colman era un oficial de policía de Texas que se acercó al mundo del culturismo gracias a Brian Dobson, quien se encargó de motivarlo para entrenar en el gimnasio, trabajó tan duro que consiguió ocho títulos, pero el tiempo le pasó factura y el exceso de entrenamiento lo resintió su cuerpo hasta que se doblegó. Ahora, tres décadas después de aquellas hazañas, solo le quedan los recuerdos.
El fuerte entrenamiento causó severos daños en su cadera y columna, por lo cual ha tenido que entrar en al menos 10 ocasiones a cirugía, intervenciones que lo han dejado postrado en una cama. Su primera lesión de gravedad fue al intentar hacer una sentadilla mientras cargaba 350 kilógramos, algo que el médico le advirtió no hacer.
Este tipo de decisiones causaron afectaciones en su cuerpo y ahora necesita de ayuda para desplazarse y se ha visto obligado a utilizar muletas o silla de ruedas, lo anterior debido a la fragilidad de su cadera. “Mi cuerpo ha recibido mucho daño (…), no sé si seré capaz de andar sin asistencia”, comentó y reveló que sus últimas operaciones costaron hasta 500 mil dólares.
La vida le ha cobrado con creces todo el esfuerzo realizado, a pesar de ello continúa con el entrenamiento de algunas partes de su cuerpo como bíceps y pecho, algo que los médicos le han contraindicado, ya que podría empeorar su estado físico y condenarlo a una silla de ruedas por el resto de su vida.