Peaches, Peaches, Peaches…si! Por fin la princesa obtiene el justo protagonismo, pues salvo por aquel título para Nintendo DS -y que aún así era de manera muy escueta-, nunca había sido el centro de la aventura como lo es ahora en Princess Peach Showtime! de Nintendo Switch, donde literalmente acapara todos los reflectores al explayarse con diferentes roles que le llevan a lucir variados estilos de combate soltando golpes y patadas, además de otros lances y habilidades como incluso cantar, lo que sin duda es el principal acierto y atractivo de esta extensión del universo de Mario Bros.
Así entonces es que la vemos pasar de ser una peligrosa Ninja y una escurridiza detective, a una cautivadora sirena o una letal espadachín. Algo que por otro lado resulta muy congruente con los apuntes que le vimos a su personaje en la que se convirtió en una divertida y amada adaptación animada de Mario Bros a la pantalla grande, pues le llevan de forma definitiva a abandonar los roles habituales que ostentaba como consecuencia de su origen de damisela en peligro en los videojuegos, para lucirse como una verdadera y muy completa heroína de acción y superestrella mientras los pequeños gestos que conectan con las convenciones características de cada uno de los estereotipos de peleadores que alude se convierten en una divertida curiosidad.
Pero eso no es todo, también aquí se dejan de lado los recorridos tradicionales de multiplataformas, para que vaya saltando como una diva intrépida haciendo suyos los escenarios que siempre se convierten en una colorida sorpresa, correspondientes a un teatro de cuatro niveles con su respectivo sótano, sobre el que se estructuran simpáticas mini historias dentro de una historia mayor, con la reducción del control al uso de solo dos botones para hacerle por completo accesible para los niños más pequeños.
Princess Peach Showtime! se presenta como un concepto simple pero lleno de frescura y acorde a nuestros tiempos de una necesaria reinterpretacion de los roles de género en los productos familiares a todos los niveles, sin dejar de lado el encanto que se espera de la que a final de cuentas es la extensión de una franquicia clásica. Así pues, esta es la tercera llamada ¡Que empiece la función!
