Vestidos con grandes colas, atuendos que parecían salidos de una obra de arte o de mundos fantásticos, evocaciones a los jardines, la naturaleza y el paso del tiempo fueron lo que predominó ayer en la MET Gala, cuyo código fue El jardín del tiempo, inspirado en el texto homónimo del escritor J. G. Ballard.
Como si se tratara de dos esculturas, Demi Moore y Harris Reed posaron tomándose de una mano y sin moverse para crear la ilusión de ser dos obras de arte; la anfitriona de este 2024 tampoco se quedó atrás, Jennifer Lopez lució un atuendo transparente de encaje y pedrería de Schiaparelli; y Zendaya acudió con un entallado vestido azul con verde firmado por Maison Margiela, que conjugó con un maquillaje con un toque muy dramático. Con la MET Gala se inauguró la exposición anual del Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Bellas Durmientes: El despertar de la moda.