Tras una intensa polémica, la familia de Alain Delon rechazó cumplir el último deseo del icónico actor francés: sacrificar a su perro Loubo y enterrarlo junto a él tras su muerte.
Delon falleció a los 88 años el domingo pasado, aunque el luto en el cine francés se vio opacado por el deseo de que su perro, un pastor belga malinois de 10 años, fuera sacrificado para ser sepultado en su tumba, en el cementerio privado que él mismo construyó en su residencia de Douchy.
Sin embargo, su hija Anouchka, junto con otros miembros de la familia, se opusieron a cumplir el deseo tras las críticas de activistas por los derechos de los animales.
La Fondation Brigitte Bardot, una organización de bienestar animal en Francia, confirmó que Loubo no será sacrificado y que permanecerá con la familia del legendario actor.
A pesar de que en Francia no existe una ley que prohíba a los propietarios sacrificar a sus mascotas, la decisión final recae en los veterinarios, quienes en este caso no procederán con el pedido de Alain Delon.
Desde 2018, Delon había declarado a la revista Paris Match que amaba a su perro "como a un niño" y que prefería que muriera en sus brazos antes que quedar solo tras su muerte.
“He tenido 50 perros en mi vida, pero tengo una relación especial con este. Me extraña cuando no estoy allí", expresó el actor, quien durante su vida había enterrado a más de 35 de sus perros en su propiedad.
La muerte de Delon fue anunciada por sus tres hijos, Anthony, Anouchka y Alain-Fabien, en un comunicado conjunto que también incluyó una mención a Loubo, quien estuvo presente en los últimos momentos de la vida del actor.
cehr