Acude Jacques Audiard

Emilia Pérez, el atrevimiento fílmico que inaugura el FICM

La película destaca por las actuaciones de Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Selena Gomez y Adriana Paz; no logra ahondar en temas como la transexualidad y el dolor por los desaparecidos

Selena Gomez, en un fotograma del filme. Foto: Especial

En Emilia Pérez, producción escrita y dirigida por el francés Jacques Audiard —The Sisters Brothers (2018)—, es más que interesante la premisa sobre una abogada que es requerida por un poderoso narco mexicano para que le ayude a dar un giro radical a su vida desapareciendo por completo y cumplir así su sueño de cambiar de sexo. Además, hay que reconocerle que consigue una efectiva integración de códigos predeterminados por otros géneros fílmicos, que en este caso siempre adquieren un sentido dramático empujando el desarrollo emocional de las situaciones, como los números musicales, los cuales se agradece que no se extiendan innecesariamente.

Lo anterior, aunado a la congruencia tonal que le otorga a las transiciones el reparto femenil, cuyo desempeño sin duda es lo más destacado, no por nada Zoe Saldaña, quien se luce enfocada y serena, junto con Karla Sofía Gascón, convertida en el gran descubrimiento, Selena Gomez siempre comprometida, y la mexicana Adriana Paz, quien ofrece una equilibrada combinación de talento y oficio, fueron reconocidas con el premio a Mejor Actriz en el pasado Festival de Cannes, donde la película también se llevó el Premio del Jurado y estuvo nominada a la Palma de Oro.

Sin embargo, es lamentable cómo el relato se desentiende de la progresión en los cambios que deberían generar los conflictos, para quedarse en lo meramente anecdótico y desperdiciar planteamientos sobre la amoralidad y la culpa, el doble discurso y, sobre todo, las disyuntivas que enfrenta la transexualidad en el escenario de violencia al que refiere, amén de que otros temas tan dolorosos como el de los desaparecidos terminan siendo sólo un pretexto para una trama que borde el melodrama.

Hay además cierta falta de rigor a la hora de contextualizar, tanto la mecánica de las búsquedas de personas como lo cuestionable en la obtención de recursos para las organizaciones que las apoyan, dando como resultado secuencias que lanzan apenas algunos apuntes críticos en medio de las canciones que, por otro lado, no podrían ser consideradas memorables. Son sólo las exposiciones con respecto a la aceptación y reivindicar ser fiel con uno mismo, las que alcanzan una profundidad conmovedora, aunque hacia el final terminen diluyéndose.

Dado el ruido que ha generado a nivel internacional —también pasó por San Sebastián para llevarse el Premio del Público—, no se puede negar que se trata de una digna película para inaugurar hoy la edición número 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia, con la presencia del director francés Jacques Audiard y de parte del elenco.

No podemos negar, que salvo el comprometido nivel actoral, el largometraje Emilia Pérez navega entre la convicción y la inconsistencia, entregando algunos hallazgos dentro del llamativo atrevimiento.