En esta historia sobre un grupo de jóvenes que serán literalmente hechos pedazos en la mitad del bosque por un ser vengativo e imparable al que despiertan por accidente, hay que apreciar no solo la intención de contarlo todo desde la perspectiva del asesino, ya sea gracias al uso de la cámara subjetiva o simplemente colgándola en sus espaldas y por encima de sus hombros, algo muy llamativo pero que en realidad oscila entre el recurso narrativo y el mero efectismo pues lo mantienen a conveniencia durante distintos momentos del trayecto.
Es más bien la manera en que rescatan y potencian el espíritu independiente que distinguió los Slashers en sus inicios, al despojarles de cualquier tipo de adorno pop y referencial más allá del argumento que con descaro bebe del concepto Viernes 13 y similares, revitalizándoles con una orgánico pestilencia y brutalidad producto de su parsimonioso desarrollo y minuciosa manufactura.
De tal modo es que la música incidental y los live-motive aquí brillan por su ausencia dejando que sea una calculada disección de los sonidos ambientales del bosque y el lago emparentados con el transitar tanto de las víctimas como del victimario, los que se conviertan en el impulso vital de las secuencias, y vayan estirando los puntos de tensión que estallan en muertes sádicamente rebuscadas, cuya preparación y ejecución no solo son explícitas sino que se toman todo el tiempo necesario para mostrarlas a detalle y en primera persona.
Por supuesto la película “no niega la Cruz de su parroquia” y cae en varios de los lugares comunes de los productos del subgénero con protagonistas siempre escasos en cuanto a sentido común y muchas veces también de la mínima inteligencia, además de que los recorridos de ínfulas contemplativas por los parajes canadienses de la frontera con Estados Unidos, van del desasosiego a lo repetitivo que bordea el aburrimiento; pero ciertamente De Naturaleza Violenta, propuesta dirigida y escrita por Chris Nash -The ABCs of Death 2 (2014)-, la cual hiciera mucho ruido en el Festival de Cine de Sundance, tiene todo el potencial para en una eventual secuela -ya asegurada para el 2025 por cierto-, siga los exitosos y sangriento pasos de la franquicia Terrifier que con solo un par de largometrajes y a la espera del ya anunciado e inminente estreno de una tercero, ya ha entregado y consolidado al nuevo rockstar de los Slashers.
cehr