En las vísperas del Día de Muertos, la cantante y compositora Lila Downs se curó el corazón celebrando la vida y la muerte, la noche de ayer en el Auditorio Nacional ante 10 mil fans. Un concierto en el que honró a México desde sus bailes hasta su música.
Un altar de muertos se puso del lado derecho del escenario, entre flores de cempasúchil, panes y calaveras de azúcar, descendió Lila Downs para cantar el primer tema de la noche “Tiringue”. Ataviada con un espectacular atuendo típico, la cantante comenzó este show.
Después, con un vestido tradicional rosa, interpretó “Mandimbo”. Entre las hojas de totomoxtle, Lila Downs recordó a su esposo Paul Cohen, músico y compositor, quien falleció en 2022.
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“¡Que vivan los fieles difuntos!”, dijo y luego comentó que esta noche Paul venía a visitar su altar en el Auditorio.
Durante todo el concierto, Lila Downs ponderó las tradiciones mexicanas de diversas partes del país, desde Oaxaca, pasando por Veracruz, Guerrero, San Luis Potosí y hasta Guanajuato. Y es que la gira La Sánchez se deriva del disco homónimo en el que presenta una gran variedad de instrumentos clave del género regional mexicano, como el acordeón, tuba, trombón, los solos de guitarra acústica, el bajoquinto y bajosexto.
La cantante enseñó que podemos recordar a nuestros difuntos con tristeza, pero también de una manera festiva, por eso entonó “La campanera”, una cumbia que invitó a levantarse de los asientos.
También la ganadora de múltiples Grammy Latino, honró a Juchitán, con una canción sentimental de esa región y en la que destacó la fortaleza de las mujeres. Se escuchó el son del Istmo de Tehuantepec “La Martiniana”, un total canto a la vida, por eso fue significativo el último verso del tema: “Yo siempre vivo y nunca muero”, mientras Lila Downs fue iluminada, mientras el resto del escenario se iba a negros.
Con el “Son de los difuntos”, la cantante cambió de atuendo y lució una falda negra y una blusa amarilla. El ambiente también fue festivo con bailarines y dos catrinas, moviéndose al ritmo de una letra que dice: “Cempasúchitl y copal/Humo que vas del camino/Yo me llevo a tu hija santa…”
El festín continuó con “Urge” y luego con “Fuiste feliz”, en este último tema se honró a las danzas urbanas con dos bailarines ataviados con una camisa de cuadros y pantalón negro.
El público se entregaba en cada tema, por eso para Lila Downs el concierto del ayer fue una cura para su alma: “Le hemos puesto a esta noche, la curación, ustedes son mi curación”, dijo conmovida y los asistentes le respondieron con aplausos y con gritos: “Lila, Lila, Lila, Lila”.
Después de ese emotivo momento, subió al escenario su invitado especial, el cantante y compositor sinaloense Joss Favela, con quien cantó el éxito “Te hubieras ido antes”, que los presentes entonaron a todo pulmón como si genuinamente se la estuvieran dedicando a una persona en particular.
Tras despedir a su invitado, Lila Downs se puso el sombrero para cantar “Dos corazones” y tras una pausa en la que cambió de atuendo, cantó “La cigarra” luciendo un vestido blanco. Sus diferentes registros vocales erizaron la piel de quienes la escucharon.
Luego honró a José Alfredo Jiménez y para ello volvió a subir Joss Favela. A dueto entonaron “El último trago”, que cantaron todos en el Coloso de Reforma.
Después, el ambiente volvió a sentirse como una gran fiesta, cuando sonó “Viene la muerte”, con dos catrinas bailando, una de ellas con un vestido que evocaba a una mariposa monarca. Los gritos retumbaron con “Zapata”, en la que incluyó a bailarinas y a un tradicional viejito de Corpus Crispi. Fue el momento para que la cantante Lila Downs celebrara que México tiene a su primera mujer Presidenta (Claudia Sheinbaum): “Llegamos a un nuevo tiempo y tenemos nueva Presidenta”, expresó alegre.
Al cierre de esta edición aún faltaban algunos clásicos como “La Llorona” y “Mezcalina”, que auguraban el punto máximo de este show en el que se celebró la vida y la muerte.