Tal parece ser que doña Leticia Guajardo, la mamá de Poncho de Nigris, quiere que sus hijos tengan una retribución hacia ella por todo lo que sacrificó cuando los crio y educó, pues afirmó que sus vástagos tienen la obligación de mantenerla.
Así lo dijo la mamá de Poncho de Nigris en el podcast de sus nietos Aldo, y Yetus Prime. Durante la charla, la señora señaló que sus hijos la deben mantener por una razón muy peculiar: perdió sus redes sociales, las cuales dijo que era la fuente de su sustento e ingresos.
“En mí caso, sí me deben de mantener porque perdí mis redes sociales, no tengo pensión”, dijo la matriarca de la familia De Nigris, agregando que no puede aplicar la de mente de tiburón porque aunque tiene dos departamentos y una casa en renta, con lo que sale de eso “no me alcanza”.
Mufasa no ruge tan fuerte, pero sí lo suficiente
“Tus hijos siempre te dan dinero, no digas que no te dan porque siempre te dan”, le dijo su nieto, Aldo, ante lo cual ella respondió indignada: “¿Siempre? No, ahora que tu abuelo está enfermo”.
La madre de Poncho de Nigris agregó que sus hijos, Aldo y Toño, “me dieron demasiado y me decían: ‘No te lo gastes, no le compres todo a estos’, que se divorció mi hija y los dejó en la calle el papá, los tuve que recoger para darles de comer, mire cómo los hice tan guapo”.
Su nieto Aldo Jr le dijo que debería de ser tan ruda con sus hijos: “Eso sí deberías pedir disculpas públicas a tus hijos porque siempre terminas quemándolos en todos lados, y yo quiero mucho a mis tíos. Siempre los quemas y dices que no te dan dinero, hasta cuando en Navidad llegan con sobres”.
La señora no soportó y le replicó: “No estoy diciendo que no me dan dinero, la situación que tengo es para que me mantengan. Eso pido”.
“Ya me estreso mucho, tengo 72 años y me estresa que se descompone la lavadora, que falló la luz y todo tengo que arreglar en mi casa”, añadió la mamá de Poncho de Nigris.
Por ello, doña Leticia dijo que cómo es atender a su esposo: “Estar al pendiente de lo que necesita, de lo que quiere comer. Ya mejoró, ya come, porque no podía tragar, pero está comiendo muy bien. No sé qué vaya a suceder, va a durar 100 años… No creo que sea vida estar así, en una cama de hospital con pañal”.