El frío que se vivió ayer en la Ciudad de México, pronto fue apaciguado, al menos en el Estadio GNP Seguros, con la potente dosis de heavy metal de Iron Maiden, durante el primer concierto por Latinoamérica de su gira mundial The Future Past. Un show con una estética retrofuturista, una versión posapocalíptica de Eddie, la mascota de la banda, y un setlist que recorrió desde sus más antiguos éxitos hasta temas de su más reciente producción, Senjutsu.
Después de las presentaciones de Ágora y Disturbed, el bajista Steve Harris, el baterista Nicko McBrain; los guitarristas Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, y el cantante Bruce Dickinson aparecieron en medio del vistoso escenario con estética retrofuturista y una pantalla gigante al fondo, ante la emoción de 55 mil asistentes.
Contrario a la característica puntualidad inglesa, el show tuvo un retraso de 30 minutos, pero eso no importó cuando los británicos al fin salieron. “Caught Somewhere in Time”, del clásico Somewhere in Time, lanzado en 1986, fue la canción elegida para iniciar el concierto con un sonido épico, y en la misma línea sonora le siguió la memorable “Stranger In A Strange Land” del mismo material.
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Al llamado del vocalista de “grita para mí México”, el público respondió con mucha energía, misma que mantuvo al corear cada tema que sonaba. “Es fantástico escuchar a miles de personas tan emocionadas”, expresó un contento Dickinson después de la aparición de una versión posapocalíptica de Eddie, la emblemática mascota del sexteto.
“The Writing on the Wall”, “Days of Future Past” y “The Time Machine” sonaron una detrás de otra en un fabuloso combo triple que llegó directamente desde Senjutsu, el disco más reciente de la agrupación. Posteriormente, Bruce interactuó con los asistentes, invitándoles a gritar lo más fuerte que pudieran hasta alcanzar el volumen que lo dejó satisfecho, mostrando que sigue siendo un gran frontman.
Terminando “The Prisoner” se escuchó un “Oe, oe, oe, oe, Maiden, Maiden”, que alentó a la banda a seguir dando lo mejor de sí con “Death of the Celts”, en cuyo puente se lucieron los músicos en lo que resultó una cátedra de cómo tocar metal en directo, “Can I Play With Madness” con el cantante demostrando su alto rango vocal y la frenética “Heaven Can Wait”, que puso a muchos a sacudir sus cabezas.
De repente, Bruce Dickinson tuvo un duelo de disparos con un Eddie futurista de presencia imponente en una escena casi sacada de una película de ciencia ficción y luego fue el turno de escuchar “Alexander the Great”, tema que ha sido interpretado en vivo por primera vez en la historia de la agrupación durante su actual gira y que puso a saltar a varios.
Los primeros acordes de “Fear of the Dark” pusieron la piel chinita a los miles de asistentes mientras salía el vocalista en un acto operístico seguido por una emoción masiva que sólo se elevó con “Iron Maiden”, extraída del álbum debut homónimo del grupo y la cual remontó a los fanáticos a los inicios de los precursores del hea-vy metal, cuando el recientemente fallecido Paul Di’Anno era quien cantaba con ellos.
Después, Otro Eddie, en versión samurái, salió al escenario intentando atrapar al bajista sin lograrlo. Y luego, “Hell on Earth” entre llamaradas de fuego y con Bruce usando un sombrero de charro fue la antesala para el himno “The Trooper”. Los primeros riffs de “Wasted Years” marcaron el épico final de la presentación, siendo esa última canción una más del sexto álbum de estudio Somewhere in Time.