Los exmiembros de One Direction tuvieron un triste reencuentro, pues ayer volvieron a estar juntos para despedir a su compañero Liam Payne, cuyo funeral tuvo lugar a más de un mes de su fallecimiento en Buenos Aires, Argentina.
Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson se unieron a amigos y familiares que dieron el último adiós a Liam Payne, de 31 años, quien murió tras caer desde el balcón de un hotel en Buenos Aires el mes pasado.
Un carruaje tirado por caballos llevó el ataúd a la Iglesia de Santa María en Amersham, a 40 kilómetros al noroeste de Londres. Los funerarios llevaron el féretro azul oscuro con asas plateadas, coronado con rosas blancas, a la iglesia de 800 años de antigüedad para el funeral.
La ubicación no se hizo pública para evitar una gran multitud, aunque aun así decenas de fanáticos se reunieron cerca.
“Fui un gran fan de One Direction, así que casi sentí como si una pequeña parte del niño en mí se hubiera ido”, dijo Tara Lloyd, de 20 años, quien trabaja en el cercano Hospital de Amersham.
La multitud guardó silencio cuando los padres de Payne, Geoff y Karen, salieron de un coche para estar junto al carruaje, que estaba adornado con tributos florales que leían “Hijo” y “Papá”. El intérprete tenía un hijo de siete años, Bear, con la cantante Cheryl Tweedy.
Entre los dolientes estaba la novia de Payne, Kate Cassidy, el actor y presentador James Corden y el magnate de la música, Simon Cowell, quien formó One Direction. Después del servicio, ésta último abrazó a los padres del artista fuera de la iglesia, antes de que el ataúd del difunto fuera llevado en un coche fúnebre negro.
One Direction se formó en 2010 después de que los cinco adolescentes audicionaron para The X-Factor como actos en solitario y fueron reunidos por Simon Cowell, juez del programa.
Con su leal base de fanáticos, los Directioners se convirtieron en una de las boy bands más exitosas de todos los tiempos.
Después de que el grupo se separara en 2016, Liam Payne emprendió una carrera en solitario; sin embargo, no logró igualar el éxito de One Direction.
También fue abierto sobre sus problemas psicológicos y adicción al alcohol en medio de las presiones de la fama.
Los fiscales en Argentina dijeron que el vocalista inglés tenía rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado en su sistema cuando cayó a su muerte desde el balcón del tercer piso de su habitación en el Hotel Casa Sur en la capital argentina el pasado 16 de octubre.
Hasta el momento, han acusado a tres personas por su muerte, con “abandono de persona seguido de muerte” y “suministro y facilitación del uso de narcóticos”. La investigación continúa.