Andrea Legarreta está devastada por la muerte de su ex suegra, la mamá de Erik Rubín, la señora Mayra Milanszenko, por lo que se abrió ante la prensa para contar cómo fueron sus últimos momentos de vida, de los cuales fue testigo.
Andrea Legarreta señaló que Erik Rubín está “destrozado, sin duda tristísimo, pero también es una persona increíble porque precisamente yo creo que aprendió eso de Mayra, de ver lo positivo de la vida entonces justo él estaba en Guadalajara, estaba de promoción de ‘Jesucristo Superestrella’ cuando le dieron la noticia entonces, bueno por los diferentes procesos ya estaba prácticamente todo listo, él había dejado todo listo porque pues se veía venir”,
La famosa agregó que su ex es dueño de una gran inteligencia emocional, pues durante el funeral de su madre “empezó a contar muchas anécdotas (...) él buscaba como un consuelo en esto, nos tenía incluso riéndonos (...) recordando muchas cosas que vivió con su mamá y su mamá es que en verdad quien la conoce sabe lo que estoy diciendo, era única, increíble, divertida”.
Respecto a cómo fueron los últimos momentos de vida de la madre de Erik Rubín, Andrea Legarreta dijo que su ex suegra murió: “Con agradecimiento, Mayra… Siempre viviré muy agradecida con ella. Agradecimiento evidentemente porque nos dio a quien ha sido el amor de mi vida, por haber sido la abuela de mis hijas, por siempre apoyarnos”.
Asimismo, la famosa contó cómo fue el último y emotivo encuentro que tuvo con su ex suegra antes de que se le apagara la luz:
“La última vez que la vi, cuando iba a entrar al quirófano, pegamos la frente una a la otra. Le dije: ‘Mayra, te amo, tú siempre vas a ser mi familia’. Y ella, con su carita de preocupación porque sabía que iba a vivir un momento complicado, me dijo: ‘Mi hija, tú siempre vas a ser mi hija, yo también te amo’”, señaló Andrea Legarreta.
“Y con puro agradecimiento hasta el cielo, Mayra, yo estoy segura que mamá y Mayra deben estar juntas ahora porque se querían mucho, porque pasaban momentos de muchas risas juntas. Mi mamá decía: ‘Mayra, ¡ay!, me das tanta envidia, yo quisiera ser como tú’, porque era un alma muy libre y muy gozosa”, agregó llorando Andrea Legarreta.