Reúne a la dinastía

Adiós a la musa eterna, Silvia Pinal, en Bellas Artes

Entre aplausos, canciones, rehiletes, flores y anécdotas es despedida la primera actriz; Alejandra Guzmán dice: “Me enseñó que este matriarcado tenía magia”

Las hijas, nieta y bisnietas de la primera actriz lloran al despedir a la matriarca.
Las hijas, nieta y bisnietas de la primera actriz lloran al despedir a la matriarca. Foto: Cuartoscuro

Silvia Pinal es una musa eterna y por eso su despedida fue entre sus temas favoritos cantados por sus admiradores, alcatraces que le encantaban, los rehiletes que le gustaban, anécdotas de las veces en que inspiró no sólo a las mujeres de su dinastía, sino al público que disfrutó de su talento.

El Palacio de Bellas Artes volvió abrir sus puertas el sábado para rendirle homenaje como hace dos años, pero ahora por última vez tras su fallecimiento.

En la fría mañana de la Ciudad de México hubo quienes como la señora Margarita madrugaron para llegar al magno recinto. Arribó a las 6:00 horas y fue la primera de la fila a la que se fueron sumando cientos de personas después.

Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Stephanie Salas, Michelle y Camila.
Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Stephanie Salas, Michelle y Camila. ı Foto: Cuartoscuro

Horas antes de que arribaran los restos de la actriz, unos fans veían a través de un celular la transmisión del cortejo que inició en la funeraria J. García López de El Pedregal. Otros echaban porras “¡a la bio, a la bao, a la bim bom ba, Silvia, Silva ra ra ra!”, algunos más cantaban la canción favorita de La Pinal, “La Ley del Monte”. Alguien, tal vez pensando que se encontraría con una eterna fila, como ocurrió con los homenajes de José José y Juan Gabriel, llegaba apresurada con unos alcatraces, pero la cola llegaba a la avenida Hidalgo.

A las 10:59 horas, en Eje Central comenzó toda una movilización, alrededor de 40 motos llegaron custodiando la lujosa carroza modelo 1928 que trasladaba los restos de la actriz. Los medios de comunicación y curiosos se arremolinaron para grabar el momento. El Cadillac ingresó a la explanada de Bellas Artes, donde a las 11:20 horas personal de la funeraria sacó el ataúd para el emotivo homenaje.

En cuanto ingresó, la familia de la artista, admiradores e invitados especiales se levantaron de sus lugares y aplaudieron. Con un grito de “¡Silvia, Silvia, Silvia!” se montó una primera guardia de honor, encabezada por las mujeres de la dinastía Pinal: Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Stephanie Salas, Michelle Salas y Camila Valero. En las escalinatas del Palacio, un cuadro en blanco y negro de la actriz en su juventud fue la elegida para el tributo.

Sylvia Pasquel fue la primera de la familia en hablar: “Duele mucho perder a la más grande diva de este país y hablo del dolor que parte mi corazón al perder a mi más grande amor, a mi madre amada”.

Luego Alejandra Guzmán, visiblemente afectada y conmovida, dijo: “Mi madre me enseñó a que este matriarcado siempre tenía magia y arte, fue la mejor herencia que pude tener. Madre, te extraño, te quiero, te amo, te respeto y te necesito, pero te llevo aquí en el corazón”.

Admiradoras de la diva del cine.
Admiradoras de la diva del cine. ı Foto: Cuartoscuro

La bisnieta de la diva, Michelle Salas, aseguró: “Nos mostró que el verdadero poder está en nuestros valores, en nuestra determinación y capacidad de amar profundamente. Nos dejó el ejemplo de cómo romper paradigmas y transformar al mundo con gracia”.

La estampa que quedó para el recuerdo fue ver a las mujeres de la dinastía Pinal tomándose de las manos sobre el ataúd en este momento tan doloroso.

Luego de los discursos de las hijas y nietas de la diva, el público ingresó poco a poco a darle el último adiós. Algunos traían fotografías de la primera actriz, rehiletes que les obsequiaron y alcatraces.

Solistas del Ensamble de Bellas Artes interpretan un fragmento de Hello, Dolly! y un mariachi cantó “Amor eterno”, mientras se realizaban guardias de honor. Entre las asistentes estaban Laura Zapata, Patricia Reyes Spíndola y Julieta Egurrola.

El homenaje de cuerpo presente finalizó con un minuto de aplausos para después ser despedida con “Las golondrinas”.