Rafael Inclán volvió a ser cancelado en redes, pues al señor, cuya carrera es irrelevante en pleno 2024, se le ocurrió ponerse a criticar a Silvia Pinal durante su funeral, lo cual causó indiganción en todo México.
Rafael Inclán, conocido por las cuestionables películas de ficheras de hace 40 años, acudió el pasado viernes 29 de noviembre a la funeraria J. García López del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, al funeral de Silvia Pinal, fue uno de los tantos famosos que acudieron al velorio.
La prensa de farándula lo entrevistó para que dijera algunas palabras en la memoria de la fallecida actriz, pero los vocablos que el famoso, que hace unas semanas hizo para atacar y tratar de denigrar a la Presidenta de la nación, causaron polémica e indignación.
Kenia OS lanza brutal indirecta a Gabito Ballesteros por el supuesto romance con Belinda | VIDEO
Y es que, en vez de recordar la vida, trayectoria o cualquier otra cosa de Silvia Pinal, Rafael Inclán se puso a criticar su apariencia física.
“Yo las últimas imágenes que vi de la señora la vi muy reducida físicamente, por lógica. Pues toda su vida de trayectoria, un elemento muy importante de la vida nacional”, dijo el sujeto.
Por si fuera poco, el señor se atrevió a decir que Salivia Pinal no era guapa, como sí el hubiera sido en algún momento de su vida el epítome de masculinidad yo belleza, cuando la gente lo recuerda por r ser un vulgar de quinta.
“Manejó todos los géneros. Fue presentadora, actriz, vedette. Como compañera. Una mujer no bonita, pero muy atractiva, qué bueno que le harán homenaje”, pronunció.
Como era de esperarse, los fans criticaron y atacaron a Rafael Inclán por sus declaraciones en contra de Silva Pinal, dejándole comentarios como:
“¿Otra vez usted, biejo horrible? Se está ganado una madriza por hablar mierdas de las mujeres”, “Finísimo de Inclán !! Yo no sé por qué le dan cuadro...”, “Silvia Pinal era preciosa, ¿que no vio sus películas el señor Inclán?”, “Que se vea en un espejo el señor que ni siquiera se peinó no se puso traje” y “ladró la gárgola que siempre ha parecido un teporochito de la esquina”.