Funciones en la Cineteca Nacional

Visibilizan la precariedad laboral de quienes limpian la CDMX

Tratado de invisibilidad, de Luciana Kaplan, comparte testimonios de mujeres que están subcontratadas; “es importante que la gente conozca esta situación”, asegura

Una de las mujeres que comparte su testimonio en el documental.
Una de las mujeres que comparte su testimonio en el documental. Foto: Especial

En la Ciudad de México miles de personas se dedican a limpiar las calles y espacios públicos de la capital, pero en una precariedad laboral e injusticias que las deja desprotegidas. Para dar cuenta de esa realidad, la documentalista Luciana Kaplan se dedicó a reunir los testimonios de mujeres que hacen este trabajo. El resultado es Tratado de invisibilidad.

El documental, que continúa en cartelera en la Cineteca Nacional de la Ciudad de México, surgió a partir de una investigación que hizo la directora con mujeres de entre 20 y 65 años, desde trabajadoras del Metro, barrenderas, empleadas de oficinas públicas y hasta basureras, quienes tenían una historia en común, estaban subcontratadas y se enfrentaban a pésimas condiciones laborales.

“Fue enterarme de la enorme precariedad que viven estos trabajadores que están subcontratados, hay muchos abusos laborales, de los cuales nadie sabe, durante décadas el Gobierno no se ha hecho cargo. A mí me interesan los temas de precariedad laboral, es uno de los asuntos más importantes para la justicia social, porque debe de haber un equilibrio laboral, me parece que es un tópico que nadie ha tratado, que nadie realmente ha escrito, sentí que era muy importante hacer una película de esto”, dijo en entrevista con La Razón Luciana Kaplan, quien para el documental se enfrentó a diversos retos, entre éstos, rodar en espacios como el Metro o el aeropuerto por lo que tuvo que buscar locaciones alternativas. Otros espacios donde filmó fueron las calles de la avenida Reforma y la Cineteca Nacional.

Una de las mujeres que comparte su testimonio en el documental.
Una de las mujeres que comparte su testimonio en el documental. ı Foto: Especial

La directora decidió comenzar el filme con una escena en la que una trabajadora limpia un cine, para lograr que el público que la vea pueda empatizar con las personas que se dedican a mantener limpios, tanto espacios públicos como oficinas. Después va exponiendo testimonios como los de Maribel, Rosalba y Claudia, quienes, además de la precariedad laboral en la que viven, se sienten invisibilizadas por una sociedad que las ignora.

“Es importante que la gente conozca esta situación, que tengamos conciencia de quién limpia los lugares. ¿Por qué no los volteamos a ver?, ¿por qué hay este trato discriminatorio? Tenemos que ser más conscientes de las personas que limpian esta ciudad y de los derechos laborales de todos, porque hay que seguir luchando contra las condiciones laborales más precarias. Los personajes son muy entrañables hay una conexión emocional, es una invitación para conocer en el otro a uno mismo generar esta empatía”, comentó la realizadora argentina, quien destacó que el documental no sólo es una cinta denuncia, sino también emotiva y con una propuesta cinematográfica.

Luciana Kaplan espera que el documental pueda llevar a la reflexión e impulsar políticas para que las personas que se dedican a esta labor puedan tener mejores oportunidades y un trato digno.