La modelo Dayle Haddon murió en la casa del actor Marc Blucas, conocido por haber participado en la mítica serie “Buffy la cazavampiros”. Además, otra mujer fue hospitalizada.
Los registros muestran que la casa donde murió la modelo es propiedad de la hija de Haddon, la ex periodista Ryan Haddon, y de su esposo, el actor Marc Blucas. Fue su hija a través de una emotiva publicación en su cuenta de Instagram, confirmo la muerte de su madre.
De acuerdo con las investigaciones policiales, se sospecha que el deceso ocurrió a causa de fuga de monóxido de carbono ocurrida en una casa ubicada en el condado de Bucks, Pensilvania.
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La policía de Solebury explicó que las autoridades estaban investigando una propiedad después de que un residente llamara al 911 alrededor de las 6:30 a.m. para informar que un hombre de 76 años se había desmayado en el primer piso.
El Escuadrón de Ambulancias y Rescate de Lambertville-New Hope fue el primero en la escena y sacó al hombre del edificio. Fue llevado al Hospital Universitario Robert Wood Johnson en Nueva Jersey y su condición se desconoce hasta el momento.
Una segunda víctima, una mujer de 76 años, identificada más tarde por la Oficina del Forense del Condado de Bucks como la modelo Dayle Haddon, fue encontrada muerta en un dormitorio del segundo piso.
¿Quién era Dayle Haddon?
Dayle Haddon saltó a la fama en las décadas de 1970 y 1980 como supermodelo y posteriormente se convirtió en embajadora de la UNICEF. También es la fundadora de WomenOne, organización centrada en crear oportunidades educativas para niñas y mujeres.
La Compañía de Bomberos Voluntarios New Hope Eagle detectó altos niveles de monóxido de carbono en el inmueble, señaló la policía.
Según los registros públicos, Ryan Haddon y Blucas compraron la casa en 2012 por poco más de 1 millón de dólares. Blucas ha dicho en varias entrevistas que está restaurando la casa, que fue construida en 1711.
Ryan Haddon, hija de la modelo, compartió a través de la cuenta de Instagram de su madre una serie de fotografías con un mensaje de despedida: “Era una mujer en su poder, pero suave y atenta con todos. Profundamente creativa y curiosa, dotada de belleza por dentro y por fuera. Siempre amable y reflexiva”.
“Siempre confío en el momento de las cosas. No hay accidentes y ciertamente la forma en que entramos y salimos de este mundo es mística e incognoscible. Ella era un ser espiritual de gran corazón que valoraba la evolución de su alma, así que sé que su viaje aquí en esta dimensión debe haber sido completo”, remarcó.
