Fallece a los 81 años

Adiós al gran actor que no se andaba por las ramas

Fallece a los 81 años uno de los histriones que mejor satirizó con los personajes de la sociedad mexicana. pág. 22

El actor Héctor Suárez
El actor Héctor Suárez Ilustración: Ismael F. Mira•La Razón

Héctor Suárez fue el actor que hizo sátira de la cotidianidad mexicana y de la política, provocando la risa al igual que el coraje, ya sea de la mano de cineastas o con personajes que él mismo creó. Muestra de ello es Tránsito, en El mil usos, en el que representó las peripecias que enfrentaban quienes migraban para buscar suerte en la Ciudad de México; o el famoso Lic. Buitrón, funcionario que no agilizaba trámites, un reflejo de la burocracia. Por eso, ayer su fallecimiento, a causa de un infarto, a los 81 años, enlutó a México.

“Con profundo dolor, queremos compartir con ustedes el fallecimiento de Héctor Suárez… Para nosotros se va el papá, el abuelo, el hermano, el esposo y no la figura pública que merece todo el reconocimiento de la familia artística”, informó su viuda Zara Calderón, a través de un comunicado. El actor desde hace cinco años padecía cáncer de vejiga y en junio de 2019 fue hospitalizado.

Tanto en sus programas como en su manera de ser, Héctor Suárez se caracterizó por un humor ácido que incomodaba a los políticos de cualquier color. “Tenía una posición clara de combatir la corrupción en este país, tenía un enfoque crítico”, resaltó Héctor Bonilla, en entrevista con Notimex.

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Héctor Suárez

Sus críticas contra presidentes, gobernadores o funcionarios incluso lo hicieron blanco de amenazas. Llegó a contar que el exmandatario Miguel de la Madrid le llamó para que retirara su programa ¿Qué nos pasa?, pero también durante la administración de Enrique Peña, en Morelos, lo encañonaron con una pistola y le pidieron que “dejara de hablar del Gobierno”.

Lo anterior, luego de que difundiera un monólogo donde le decía al entonces mandatario “que se vaya”, personificando a un ciudadano enfurecido.

Fue alumno del célebre mimo Marcel Marceau e inició su carrera en el cine a mediados de la década de los 60, con filmes como El asesino invisible, El pecado y Para todas hay; pero alcanzó la fama a partir de las películas Mecánica nacional, con la cual fue nominado al Ariel por mejor coactuación masculina, y México, México, ra ra ra.

Don Héctor Suárez, siempre admirado y respetado por su gran trayectoria y calidad humana, dejando un gran vacío en la familia artística ¡Siempre serás recordado!
Juan Osorio, Productor

“Por su físico y su manera de actuar lo llaman para utilizarlo como un ejemplo del mexicano de la época; el que se la pasa insultando gente, que es bravucón, pero que es un cobarde en el fondo; Héctor Suárez sabía representar muy bien estas contradicciones en pantalla”, destacó el crítico de cine Irving Torres Yllán, en entrevista con La Razón.

El mil usos, donde dio vida a un campesino que migró de su natal Tlaxcala a la Ciudad de México, y Lagunilla, mi barrio, donde encarnó a El Tirantes, fueron otros éxitos cinematográficos que protagonizó.

“Viene de esta participación en Lagunilla, mi barrio, y de pronto aparece Roberto G. Rivera con El mil usos, en el que te presenta a finales del sexenio de López Portillo, antes del ‘defenderé el peso como un perro’, de estos escándalos de corrupción con Durazo, al personaje de Tránsito, en quien encarna a una gran parte de la sociedad mexicana, al inmigrante dentro de su propio país… Era reírte de forma nerviosa, decir qué bueno que no estoy en esa situación”, resaltó el crítico de cine Saúl Arellano.

En televisión, comenzó en 1959 con el programa Variedades de medianoche, pero fue a mediados de los 80 que, a la par de su éxito en el cine, se convirtió en un referente en la pantalla chica con La cosa y ¿Qué nos pasa?

¡Enorme tristeza! Descansa en paz admirado y querido amigo Héctor Suárez. Su luz es eterna. Mi abrazo profundo y total con su familia y allegados
Vanessa Bauche, Actriz

En estos programas continuó haciendo una sátira y parodia del mexicano y de la política sin tapujos, a través de personajes como Flanagan, en el que criticaba a quienes adoptaban modas del extranjero; El no hay, el trabajador que siempre pone pretextos para no atender a la clientela o Doña Zoila, una mujer que trata a sus hijos como unos niños.

“Ya tenía más control sobre sí mismo del reclamo social; a partir de los 80 alguna chispa prendió en él para ser más inquisitivo; desde México, México, ra ra ra tuvo esta genialidad de navegar en el drama; en televisión hace denuncia social pero con un dejo de comedia; sabía cómo manejar sus personajes”, señaló Arellano.

Querido @PelonGomis te abrazo con todo cariño. Tu padre deja un legado enorme. Mis condolencias para ti, para Zarita, Isabella, Pablo, Sandra, para todos ustedes mi cariño
Eduardo España, Comediante

Para Héctor Bonilla, la gran genialidad de Suárez fue haber generado “una enorme cantidad de personajes, que él mismo interpretaba, escribía y dirigía con un vigor y un talento impresionante. Creo que es lo más acertado que hizo y esa gran capacidad de hacer todos los papeles y puestos, que creo que es inigualable”.

En sus últimas películas, Mentada de Padre y Suave patria, hizo pequeños papeles en los que “siguió explotando la imagen que tenía”, señaló Torres Yllán.

Lamento mucho el fallecimiento de Don Hector Suárez, se nos fue un Grande y nos deja un gran legado, abrazo a su familia
Roberto Palazuelos, Actor

Para Arellano es lamentable que cineastas mexicanos no hicieran una cinta que protagonizara, “fue una pena que no le hayan dado una película reconociendo su trayectoria; espero que la muerte de Héctor Suárez haga que los directores mexicanos rescaten a esa camada de actores de los 70 y 80”, dijo.

Aunque quedó pendiente un último filme que estelarizara en los últimos años, los personajes de Héctor Suárez se quedan en el imaginario colectivo nacional, por eso tras su partida los mexicanos se siguen preguntando “¿Qué nos pasa?”.