Adrián Marcelo por fin rompió el silencio respecto a por qué decidió abandonar “La casa de los famosos México 2”, momento que fue muy polémico, pues se especuló que en realidad lo habían sacado porque las marcas que patrocinaban al programa dejado de hacerlo por los mensajes misóginos que el psicólogo perpetuaba en el reality.
En su regreso a su podcast “Hermanos de Leche”, Adrián Marcelo reveló que decidió abandonar por pensamiento propio y sin que nadie le hubiera dicho “La casa de los famosos México 2” porque, en sus palabras, le “faltó experiencia” para estar en un proyecto de ese tipo, pues señaló que su experiencia fue la de estar en un “anexo fresón”.
"Es una experiencia única porque yo jamás había estado en ese tipo de competencia, es un anexo, un anexo fresón y muy bien pagado, pero no deja de ser... el pedo es la realización, no estás viviendo en una casa, estás en un programa de televisión", señaló el enemigo de Gala Montes.
Adrián Marcelo reconoció que le faltó experiencia, pues su intención siempre fue entretener a la audiencia del reality show y generar morbo, pero aparentemente el personaje lo consumió.
"Me faltó experiencia, lo vi como un programa de televisión y por eso no armonizaba, solo quería proveer una dosis de morbo. Estaba mentalizado en proveer algo hacia afuera que estuviera entretenido", dijo, para agregar que siempre le parecieron absurdas y aburridas las pláticas que algunos de sus compañeros tenían dentro de “La casa de los famosos México 2”.
Respecto a las acusaciones que todo el mundo ha hecho de que es un machito misógino con tendencias feminicidas, por sus ataques y comentarios sus compañeras del programa, Adrián Marcelo dijo que todo es cuestión de contexto y que él no es así, e incluso le pidió a la gente que le muestren un video de él teniendo esas actitudes fuera del programa.
"Nada más era ver el contexto, si yo estuviera siendo así, sáquenme un video, yo siendo así afuera, no lo vas a encontrar. Para empezar, siempre estoy fumado, estoy como mansito", apuntó Adrián Marcelo.
