Cinco décadas sin el pianista, actor, cantante y compositor Agustín Lara y Aguirre del Pino (Ciudad de México, 30 de octubre de 1897-Ciudad de México, 6 de noviembre de 1970): tenía tantos nombres como dibujos sentimentales en su pecho apasionado: Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso Rojas Canela del Sagrado Corazón de Jesús. El Flaco de Oro con el rostro llagado por cicatriz arrabalera en riña pendenciera con una prostituta.
Sus temas han alcanzado fama mundial con versiones a múltiples lenguas y entonadas en los más diferentes modos. Nómina de intérpretes que van de los tenores Plácido Domingo, José Carreras, Juan Diego Florez, Luis Mariano, Francisco Araiza, Juan Arvizu, Luciano Pavarotti, Andrea Bocelli, Ramón Vargas, Fernando de la Mora, Pedro Vargas y Alfredo Sadel, hasta las vocalistas Toña la Negra y Elvira Ríos. El repertorio del popular Trio Los Panchos se nutre de muchas composiciones del autor de “Arráncame la vida”. Javier Solís y Vicente Fernández abrevaron en sus melodías. Célebre por sus amores con diversas mujeres, entre ellas la carismática María Félix, quien fue una de sus esposas.
Trayectoria personal con untos melodramáticos de vecindad quintopatiera. Todo inicia cuando consigue trabajo como pianista en una casa de ‘mujeres de vida alegre’. “Imposible”, el primer bolero que da a conocer, lo adquiere RCA Victor. 1929, bar Salambó: traba amistad con el tenor Juan Arvizu, figura popular de la canción, que lo contrata como acompañante de piano. Nacen “Reliquia”, “Nunca te olvidaré”, “Boquita chiquita” y el idílico “Rosa” (“Rosa deslumbrante / divina rosa que encendió mi amor. / Eres en mi vida / remedo de la herida que otro amor dejó...”).
Desdichado por una vida bohemia que sublima en folios musicales inmortales: “Rival”, “Noche de ronda”, “María bonita” (presencia de María Félix), “Mujer” (“Mujer, mujer divina, / tienes el veneno que fascina en tu mirar. / Mujer, alabastrina / eres vibración se sonatina pasional...”: retumbos del posmodernismo en casi medio siglo de boleros, inspirados en desconsolados amores amargos e imposibles. 1930, ligadura con la radio. La XEW (la Voz de la América Latina) le ofrece el programa La hora íntima con Agustín Lara, que le proporciona popularidad continental: allí estrena muchas de sus composiciones moduladas por Pedro Vargas.
La Habana, Buenos Aires y otras ciudades de Brasil lo reciben con fervor. Estreno de esa pequeña obra maestra que es “Solamente una vez” (“Solamente una vez, amé en la vida. /Solamente una vez y nada más. / Una vez nada más en mi huerto /brilló la esperanza, la esperanza / que alumbra el camino de mi soledad...”). Se impone el estilo larista con textos donde merodean elementos literarios que van más allá de la ‘afectación pasional’. Desplazamiento del tango, el foxtrot y la romanza: el talento del autor de “Granada” resuena en las victrolas de la época. Todos los enamorados se aprenden de memoria sus coplas sorpresivas con asociaciones inesperadas de cierta lisura freudiana: “Mi rival es mi propio corazón / por traicionero, / yo no sé cómo puedo aborrecerte / si tanto te quiero...”.
Enamorado, bohemio, trabajador, amante de la fiesta taurina, elegante y aristócrata, legó más de 500 piezas de diferentes índoles, que incluyen 170 boleros que todavía se trenzan y se corean. Nadie como él con ese tono de rudo y manso murmullo en sensuales recitaciones y ese piano de espiritualidad excitable untado de noche, alcohol y terciopelo. “Si tienes un hondo pesar, piensa en mí. / Ya ves que venero / tu imagen divina, / tu párvula boca / que siento tan niña me enseñó a pecar”. Las canciones de Lara: leer la ambivalencia de una historia de amor.
- Nacimiento: 30 de octubre de 1897
- Muerte: 6 de noviembre de 1970
- El dato: En 1937 fue acusado por fraude y plagio por Luis Moreno, por intentar registrar ante el Departamento de Registro de la Propiedad Literaria la canción “Quisiera decirte”.