Tome usted tres figuras del cine hollywoodense más que consolidadas dentro del panorama actual, póngalas en una aventura sin fondo alguno, de preferencia que trate sobre robos de reliquias y que por si fuera poco también recorra el mundo, todo aderezado con el uso de técnicas digitales, drones y similares. El resultado es “Alerta Roja”, con Gal Gadot, Dwayne Johnson y Ryan Reynolds.
Suena a la receta de una propuesta sumamente prefabricada, y lo es, pero el principal acierto de “Alerta Roja” está en que no sólo lo asume con todo lo que implica, sino que lo aprovecha y hasta se da la oportunidad de reírse un poco de ello, lo cual le permite encontrar el tono de comedia para sostener la serie de absurdos sobre los que se elabora una historia llena de giros no tan inesperados, pero si funcionales y hasta simpáticos.
De tal modo en “Red Notice” —“Alerta Roja”—, nos encontramos a una Gal Gadot que compensa con su carisma el quedarse a medias a la hora de proyectar el cinismo necesario para sustentar la personalidad impredecible de una especie de antagonista; a un Ryan Reynolds agregándole pequeñas variantes al rol de bufón parlanchín que tiene más que ensayado, y que a pesar de resultar algo repetitivo encaja a la perfección en el mecanismo; además de un Dwayne “The Rock” Johnson haciendo... bueno, haciendo lo suyo, que es simplemente ser “The Rock”.
Estos últimos toman el papel de un ladrón y un investigador del FBI obligados a trabajar juntos, apuntándose así en la tradición de las parejas disparejas conocida como buddyfilms, misma que tuviera entre sus principales representantes a gente de la talla de Jerry Lewis y Dean Martin, y que en los 80 gozara de algunos de sus mejores y más populares momentos, de la mano de Mel Gibson y Danny Glover en la saga de “Arma Mortal” y Silvester Stallone y Kurt Rusell en “Tango y Cash”, entre otros
Por supuesto, aquí la mancuerna no posee el entrañable dinamismo de tales ejemplos, pero les alcanza con el contraste de personalidades que se aferra a la ligereza del desarrollo, siempre al servicio de una trama que explica muy poco por que en realidad no lo necesita, concentrándose en las secuencias de acción que en general transcurren con rapidez para disimular lo vacío de su ejecución.
“Alerta Roja” es una película de tipo “comida rápida”, de esas destinadas a consumirse, entretener y olvidarse casi de inmediato. Llega como otro de los estrenos estelares de Netflix, y amenaza con convertirse en una franquicia. Sin embargo, es una propuesta tan inofensiva que, si eso llega a suceder o no, da lo mismo.
rc