El cine mexicano continúa sin alcanzar los números de antes de la pandemia. El año pasado, 6.4 millones de boletos se comercializaron, 81.82 por ciento menos que en 2019, cuando se vendieron 35.2 millones de tickets, cifra récord en la historia del país en los últimos 23 años.
En 2020, año de los cierres de salas de cine, la caída fue estrepitosa, se vendieron 7.6 millones de boletos, en 2021 fue más dramático aún, pese a la reactivación en el sector se registraron 4.9 millones de tickets, de acuerdo con cifras del Anuario Estadístico del Cine Mexicano, recientemente publicado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
En contraste, a nivel general, la venta de boletos ha registrado incrementos importantes, pues de 55 millones en 2020 pasó a 173 millones en 2022.
El tema de la exhibición y audiencias han sido dos de las grandes preocupaciones en la industria fílmica nacional, por un lado cada año se producen más largometrajes, pero pocos logran llegar a la taquilla y cuando están son rebasados por los filmes de Hollywood. De los 396 estrenos en 2022, sólo 88 eran mexicanos.
Tan sólo Minions: Nace un villano, la cinta que lideró la taquilla en México en 2022 a nivel general, tuvo 13 millones de asistencia, cifra que no alcanzaron las 88 películas mexicanas, que en total convocaron a más de seis millones de espectadores, la mitad que el largometraje estadounidense.
“Mientras no se resuelva el problema de la exhibición de películas mexicanas, no tendremos una cinematografía nacional sana. Hay que crear una red de salas modernas y con precios accesibles en todas las ciudades y pueblos del país”, ha comentado sobre esta situación el director de las cintas Cómo fui a enamorarme de ti y En un claroscuro de la luna, Sergio Olhovich Greene.
Otro ha sido el realizador Isaac Ezban, quien ha planteado que haya salas de cine comerciales con más espacios de exhibición destinados al cine mexicano. “Que los fondos que se otorgan a producción estén nivelados por géneros para permitir que haya películas de todo tipo: dramas, comedias, románticas, terror, ciencia ficción”, también ha pedido.
En salas comerciales las cintas mexicanas que más se vieron el año pasado fueron la comedia romántica protagonizada por Zuria Vega, Mauricio Ochmann y Omar Chaparro ¿Y cómo es él?, con más de 65 millones de pesos en ingresos; la comedia romántica estelarizada por Mauricio Ochmann, Fiona Palomo y Sandra Echeverría ¡Qué despadre!, con casi 56 millones; la cinta de terror de Isaac Ezban, Mal de ojo, con más de 35 millones; el filme de terror y suspenso El exorcismo de Dios, con más de 35 millones; y la comedia Cuando sea joven, con más de 33 millones.
Los filmes mexicanos han encontrado un escaparate en las salas alternativas no comerciales, según datos del anuario del Imcine, en 2022 incrementaron estos espacios de exhibición 12 por ciento con respecto a 2021. Actualmente hay 782 lugares de los cuales, 74 por ciento es con entrada gratuita.
En cuanto a ingresos, el cine mexicano aún sigue mermado y en terapia intensiva, a pesar de que de manera general ha habido una importante recuperación, pues de los 3 mil 153 millones de pesos registrados en 2020, el año pasado se obtuvieron 11 mil 490 millones. Sin embargo, en la industria nacional los números son raquíticos y siguen la tendencia del 2020, el más crítico de la pandemia, e incluso han disminuido. En aquel año se recaudaron 386 millones de pesos en ingresos y para el 2022 bajó a 377 millones.
En 2020 las cintas mexicanas estuvieron más en cartelera debido a que las producciones de Hollywood estuvieron paradas y varios de sus grandes estrenos se pospusieron. La industria se recupera, pero el cine nacional se queda sin poder salir del bache de la pandemia.