Parece increíble que Harley Quinn, una de las mas significativas aportaciones de la serie de Batman creada por Bruce Tim —producción parteaguas en los 90—, que incluso se convirtiera en uno de los pocos villanos que han saltado con éxito de la animación a la continuidad en papel de DC cómics, se siga desperdiciando en películas como Escuadrón suicida (2016), de la que lo más rescatable fue que la interpretara Margot Robbie. Ahora, en Aves de presa, eso se repite
Es innegable que, con base en un irresistible derroche de carisma, aunado a un detallado manejo de la gestual y las transiciones, la actriz hace suyo por completo el personaje, proyectando la personalidad fragmentada que le caracteriza y que oscila entre la perversidad casi infantil y el humor criminal; pero eso apenas es suficiente para que el asunto se sostenga como un chiste, mas no para ocultar el desorden que le lleva al desastre.
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Aquí la voz en off, utilizada para ir y venir entre los tiempos, es un recurso muy acorde con el tono irreverente de la historia de venganza, que encuentra como uno de los detonadores algo muy parecido a aquel episodio de Don Gato, donde Benito Bodoque tiene una peculiar relación con un diamante. Por desgracia este se aplica con nulo rigor, perdiendo la estructura, dando demasiadas cosas por entendido y dejando múltiples huecos, mismos que el espectador se ve obligado a ir rellenando. Esto raya en el hartazgo y ya ni siquiera vale la pena seguir haciéndolo.
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En cuanto al resto del cast, Rosie Pérez carece de la presencia y capacidad física para dar vida a la oficial René Montoya, mientras Ewan McGregor hace acopio de todo el oficio del mundo para sacar a flote un villano, cuyos rasgos principales quedan en lo anecdótico. Lo mismo que Chris Messina, en el papel de Zsasz, retorcido asesino sacado de la célebre galería de enemigos del hombre murciélago, que aquí sirve como comparsa y tiene un traslado congruente en la apariencia, pero que nunca llega a desarrollarse por completo.
Entre lo que funciona del filme está el vínculo que se forma entre Canario Negro —Jurnee Smollett-Bell— y la despechada protagonista, cuyas motivaciones y circunstancias en que se desarrolla son claras; y que, entre otras cosas, sirve para sustentar el discurso de empoderamiento femenino que luce la película.
El dato: La cinta fue producida con el nombre Fox Force Five, en referencia a una serie ficticia, que aparece en el filme Pulp Fiction.
Igual se debe mencionar lo estilizado de los combates: lucen coreografías explosivas, lúdicas y con aire clown, con buenas dosis de violencia, además de la estridencia pop estilo videoclipero de la propuesta visual, todo muy acorde con el concepto de las aventuras de Harley en los cómics.
Sin embargo, nuestra querida ex del Joker, al igual que Margot Robbie, merecían una mucho mejor película y no lo que, al final, se convierte sólo en un descuidado, y por momentos divertido, vehículo de entretenimiento.
Heroínas del cómic
El elenco de la cinta:
Margot Robbie: Harley Quinn, una psiquiatra convertida en villana.
Jurnee Smollett-Bell: Canario Negro, una cantante con capacidad metahumana.
Mary Elizabeth Winstead: La Cazadora, una vigilante e hija de un mafioso.
Rosie Perez: Renée Montoya, detective del Departamento de Policía de Ciudad Gótica.
Ella Jay Basco: Cassandra Cain, hija de dos supervillanos perseguida por Máscara Negra.
Ewan McGregor: Máscara Negra, un señor del crimen brutal y feroz.
Chris Messina: Víctor Zsasz, asesino en serie de economía acomodada.
Aves de presa
Directora: Cathy Yan
Género: Acción
País: Estados Unidos
Año: 2020
