Con rolas “viejitas, pero bonitas”, una banda oaxaqueña, orquesta y hasta un organillero, la agrupación de rock mexicana Café Tacvba hizo vibrar la noche del jueves en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en una velada que hizo retroceder en el tiempo a los 10 mil asistentes.
Después de dos años de pandemia y de su último concierto de aniversario por sus 30 años de carrera, en 2019, la banda volvió a los escenarios mexicanos. A las 20:41 se apagaron las luces y resonó un fuerte grito del público y chiflidos, que se complementaron con las luces de algunos celulares.
Rubén Albarrán se paró al centro del escenario, mientras al lado estaban Joselo, Quique y Meme, para iniciar el espectáculo acústico con “María” y “Diente de león”.
Tras estos dos primeros temas sus seguidores gritaron “Oé Oé Oé, Café, Café, Café”. Si ya los ánimos estaban a tope con este arranque éstos incrementaron al escucharse “Trópico de cáncer”, un tema que hace años no cantaban en vivo y que pareciera haber tenido dedicatoria para la 4T, en un contexto en el que el líder de Café Tacvba se ha pronunciado contra el Tren Maya.
“Por eso yo ya me voy/No quiero tener nada que ver/Con esa fea relación de acción/Construcción, destrucción, ah, ah”, fue una de las estrofas que más cantaron los fans.
"Muchachos, muchachas, ¿cómo están?, qué alegría compartir la música, queremos que se aligeren, que se la pasen chingón, gracias por estar con nosotros”, saludó el cantante.
Después vino una canción más bailable “El Metro", con la que Rubén Albarrán se contoneó por todo el escenario, una energía que también contagió al público.
"¡Qué chingón!, una rolita del pasado, tiene rato que no la tocábamos en vivo, ahí va otra, viejitas, pero bonitas", bromeó antes de cantar "El ciclón", en la que destacó un arreglo con timbales.
El líder de Café Tacvba siguió bromeando al recordar los viejos tiempos, junto con sus fans: "Antes nos gustaba más el alcohol, ahora también, pero más para las heridas", expresó antes de que sonara "Bar Tacvba".
El retroceso por este soundtrack de una vida siguió con "Las flores" y para ello Rubén señaló: "Para nosotros nuestro público son unas flores bellísimas". Durante esta canción sus fieles seguidores se pararon a bailar.
Ante el ambiente que se sentía el líder de la banda dijo contento: "Qué bonito cantan muchachos, ahora sí ya se prendieron, qué bonito" y alentó a "echar desmadre” y “bailar” con una rola de sus clásicas,"La chica banda", que a los asistentes hizo recordar sus tiempos de secundaria, así que todos en el Coloso de Reforma bailaron y brincaron como si no hubieran pasado los años.
Una de las primeras sorpresas musicales de la emotiva velada llegó con una banda tradicional oaxaqueña de metales, con trompetas y trombones, que subió al escenario para entonar con Café Tacvba "La muerte chiquita", "Olita de mar" y "Futuro".
Después la agrupación volvió a sorprender al cantar acompañada de una orquesta sinfónica, bajo la batuta de Mario Santos, "El aparato" y después "La locomotora", en ésta última destacando la interpretación de los violinistas.
Con la orquesta otros temas aplaudidos fueron "Batallas", "Rarotonga" –que puso a bailar- y "Medio día", con el acompañamiento de un organillero, que envolvió a los presentes de una atmósfera que rememoraba a los sonidos tradicionales del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Con "Outsider" resaltaron los saxofones de Frankie y Nicté. Posteriormente, el Auditorio Nacional retumbó con "Chilanga banda”, "Volver a comenzar” y “El puñal y el corazón”, en ésta última Rubén, Joselo y Meme bailaron juntos.
Al cierre de esta edición aún se esperaban "El espacio", "Aviéntame", "Quiero ver" y "El baile y el salón", por mencionar algunas, temas con las que los fans de la banda retrocedieron en distintas etapas de su vida.