Sin duda es abrumadora la despiadada precisión en el manejo del lenguaje cinematográfico, carente de cualquier tipo de adorno o efectismo, e incluso de acompañamientos musicales, por la que opta el director Miroslav Terzic —“Redemtion Street” (2012)—, a la hora de llevar a la pantalla grande “Cicatrices”, la historia real de una mujer afanada en encontrar respuestas ante la aparente muerte de su hijo recién nacido, del que ni siquiera le dieron la oportunidad de ver su cuerpo o saber dónde fue enterrado, mientras la señalan y su familia, integrada por su esposo que trabaja como vigilante y su hija que reciente él abandono, parece desintegrarse.
Sin embargo, este acabado elegante en la manufactura que va delineando pasajes panorámicos de profunda desolación —cortesía de la fotografía de Damjan Radovanovic—, a la par que vemos a la protagonista de oficio costurera, cortar e hilvanar pedazos de tela cuál fueran las piezas de ese frustrante rompecabezas en que se ha convertido su misteriosa pérdida; resulta más que conveniente para proyectar la descarnada realidad en la que se ven sumergidas aquellas víctimas que se niegan a escapar de su dolor a través de una alcahueta normalidad.
Todo sirviendo de paso para ponerle rostro a través de uno, a esos cientos de casos similares que por desgracia se multiplicaron durante la caída de Yugoslavia en los noventa, mientras para las autoridades solo parecían pasar convertirse en una simple estadística.
Por supuesto, es la implosiva y conmovedora interpretación de la actriz de férrea formación teatral, Snežana Bogdanović —“The Son” (2019)—, quien se mantiene siempre al límite del derrumbe, estoica y atormentada; lo que le otorga el sustento emocional a este relato, que a pesar de que por momentos pareciera excesivamente taciturno, alejándose un tanto del espectador, nunca pierde el foco del tema, ni el empuje del infranqueable testimonio.
“Cicatrices”: un potente drama psicológico acerca de la pérdida de un hijo
Así pues, “Cicatrices” —o “Šavovi”, por su título original—, es un drama de gran potencia psicológica, comprometido e inteligente, que bordea el thriller con sutileza, para envolver al espectador y hacerle una angustiante declaración. Presentada en el Festival de Berlín, esta película forma parte de la edición 68 de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.