Documental de Santiago Esteinou

Cuenta la vida de la rarámuri encerrada en un psiquiátrico

La mujer de estrellas y montañas refleja el racismo y burocracia contra las comunidades indígenas, afirma el director; al no entender el idioma que hablaba la hospitalizaron en EU

La sobrina de Rita, en un fotograma del filme.
La sobrina de Rita, en un fotograma del filme. Foto: Especial

Rita Patiño, una rarámuri que huyó de la Sierra Tarahumara donde era rechazada, llegó corriendo a Kansas, Estados Unidos, donde al no comprender su idioma ni su comportamiento, decidieron hospitalizarla en un psiquiátrico, donde permaneció durante 12 años sufriendo secuelas de medicamentos que no necesitaba. Su historia llena de injusticias fue llevada al cine por el documentalista Santiago Esteinou en La mujer de estrellas y montañas, que llega a los cines del país el próximo 25 de abril.

Para el director, lo que vivió Rita Patiño es una prueba del racismo, discriminación y burocracia contra las comunidades indígenas, porque en el caso de ella, cuando en Estados Unidos se comunicaron con México para traerla de vuelta al país, no hubo respuesta; y sólo pudo salir del hospital psiquiátrico con ayuda de un grupo de defensores que luchó por sacarla de ahí. Fue doblemente olvidada, por el país al que migró y por México.

“Es racismo, asistencialismo, flojera y burocracia, de esa burocracia que atenta contra los derechos humanos. En primer lugar, habría que pensar esta historia desde el punto de vista de la discapacidad, a partir de ese punto, la primera pregunta tendría que ser, ¿por qué se considera que una persona con discapacidad tiene que ser encerrada en un hospital psiquiátrico; y la segunda pregunta es, ¿Rita tenía realmente una discapacidad o es que nuestros filtros y barreras culturales nos están impidiendo saber qué idioma habla, de dónde viene y cómo es el pensamiento de la cultura de donde proviene”, comentó en entrevista con La Razón Santiago Esteinou.

En esta historia hay asistencialismo y discriminación, el desconocimiento de una cultura que ha sido invisibilizada y discriminada a lo largo de 500 años. Pensar que la discapacidad es una enfermedad y ser tratada en un hospital psiquiátrico, es retrógrada, porque lo que se tiene que hacer es incluir en la comunidad
Santiago Esteinou, Director

La historia de Rita la reconstruyen a través de entrevistas con quienes estuvieron involucrados en su defensa en EU, su sobrina Juanita, quien se hizo cargo de ella al volver a la Sierra Tarahumara y algunas personas de la comunidad que la conocieron antes de que llegara a Kansas.

Todo lo anterior, enmarcado en los imponentes paisajes de las tierras tarahumaras, que se caracterizan por sus montañas, extensa vegetación y clima extremo, ahí vemos a la protagonista del documental y en ocasiones a la actriz Ángeles Cruz, quien le da vida en algunos pasajes de su historia.

Aunque la mujer rarámuri pudo volver a su lugar de origen, para Santiago Esteinou, este hecho también reveló la incapacidad de autoridades de México para atender a Rita, quien vivió antes de ser recluida en el hospital, perdió a su hijo, quien fue a parar a un albergue.

“No sólo la falla es en Estados Unidos, sino también en México, porque no tuvo las consultas, no la llevaron con un neurólogo o un especialista para ver qué se podía hacer con lo que padecía, se le regresó con su familia, no se le dio acceso a los servicios de salud.

“Fallaron de los dos lados las autoridades, había dos países involucrados, recursos, una indemnización para solventar sus gastos (que se ganó después de una demanda al hospital), ¿qué falló?, todo salió mal por racismo y negligencia”, lamentó el realizador para quien uno de los mayores retos fue encontrar a Rita y a su sobrina Juanita.

La mujer de estrellas y montañas tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Thessaloniki y formó parte de la selección de Ambulante.