A la hora de retratar desde la perspectiva de las periodistas encargadas de la investigación, el detrás de la publicación del artículo de New York Times que destapó los abusos sexuales del exproductor de Hollywood Harvey Weinstein, en la película Ella dijo, la directora Maria Schrader renuncia a ir más allá de los límites de una ilustración, en favor del rigor y el oficio, ponderando la convicción de los actores para trazar sobre un lienzo convencional pero sólido, y con la naturalidad como estandarte. Un tratamiento que hay que decirlo, le basta para que la trascendencia del tema por sí mismo lleve la propuesta a sobrepasar la media dentro de la oferta cinematográfica.
Tras la contundente secuencia inicial con el antes y el después de las agresiones a una de las jóvenes víctimas, estableciendo que lo explícito con respecto a tales atrocidades no será la herramienta para buscar el impacto del filme, sino la exposición de las consecuencias a la distancia, seguida de un montaje con las protagonistas en medio de la cotidianidad urbana femenina para proyectar el mensaje de que serán el rostro y la voz de todas, Ella dijo, que ayer se estrenó, se concentra en seguir los lineamientos de un thriller periodístico en forma.
Sobrio en su tratamiento y comprometido con el discurso, atiende por igual el lado de lo profesional y la vida familiar dentro de la trama para contrastar los roles de género predominantes a finales del siglo pasado con los correspondientes al 2017, época en que dicho escándalo explotó convulsionando la industria hollywoodense y eventualmente a distintos sectores de la sociedad hasta detonar el movimiento #Metoo. Hay además sutilezas que mantienen bien engrasados los engranes en la maquinaria del relato para que no pierda el paso y enganche al espectador. Una es la función que cumplen los personajes de fondo, cuya presencia casual, en conjunción con lo riesgoso de las acciones de las protagonistas, se percibe como una amenaza latente estirando de a poco los niveles de tensión.
También están las visiones abiertas de las charlas y encuentros, las cuales pese a tener como escenarios oficinas, comedores y salas de juntas, a veces con mucha gente alrededor, lucen a las figuras centrales aisladas, para que al irse revelando las historias de las mujeres agredidas, así como los subterfugios del sistema legal y laboral que solapan la violencia de género, se haga patente la indolencia del entorno. Esto mientras a través de declaraciones acompañadas de flashbacks y algunas llamadas telefónicas, se va dimensionando al criminal normalizado en cuestión. Un fiel y lamentable reflejo de nuestra realidad que alcanzó la cumbre de la misoginia institucionalizada con el esperpéntico presidente Donald Trump, quien aquí no se salva de ser aludido.
Por supuesto, la participación de la actriz Ashley Judd —Someone like You (2001)—, quien fue objeto de los abusos de Weinstein, interpretándose a ella misma, le otorga un mayor valor como testimonio a esta adaptación de hechos reales dirigida por Maria Schrader —El Hombre Perfecto (2021)—, quien aunque se atreve a poco en su manufactura y se queda corta en relación a películas similares como Bombshell (2019), es lo suficientemente consistente para hacer efectiva la fuerza de las implicaciones del tema y posicionarse como una obra de necesaria revisión.
- · Directora: Maria Schrader
- · Año: 2022
- · País: Estados Unidos