El barrio bravo de Tepito vio nacer a una de las grandes leyendas de la lucha libre mexicana: El Santo (Rodolfo Guzmán Huerta), quien además de ser una figura destacada en este deporte también quedó inmortalizado en una serie animada, una historieta y más de 50 películas que ahora están entre los clásicos del cine.
Nació en Hidalgo, pero fue en Tepito donde comenzó su carrera, primero bajo los seudónimos Hombre Rojo, Enmascarado, Murciélago II y Demonio Rojo para después adoptar con el que se consagraría en la memoria de los mexicanos: El Santo, sobrenombre con el que debutó en la Arena México, de la colonia Doctores.
“Debuté a los 16 años de edad. Mi primer lucha fue contra un luchador que es referí ahora, Eduardo Palau. Y en una desaparecida arena, Anáhuac, y después salté a la Arena México, de la colonia Doctores, pero la arena vieja, no la moderna, ahí debuté como El Santo”, contó alguna vez.
Con su brillante máscara plateada primero peleó para el bando de los rudos y después para los técnicos. Ya había conseguido fama en los rines de México, pero en 1952 su vida dio un giro cuando comenzó a publicarse la tira cómica Santo El Enmascarado de Plata ¡Una aventura atómica!, de José Guadalupe Cruz. Se imprimía cada semana y llegó a ser tan popular que vendía cerca del millón de copias. De ser un luchador se convirtió en un superhéroe, al nivel de Batman o Superman, pues se convirtió en un símbolo de la justicia para las personas.
En 1958 su fama llegó a nivel internacional cuando comenzó a probar suerte en la pantalla grande con los filmes Santo contra el cerebro del mal y Santo vs los hombres infernales. En las 52 películas que rodó peleó contra hombres lobo, extraterrestres, mujeres vampiros y momias, por ejemplo.
Cada una de estas películas se convirtió en éxito de taquilla en México y gran parte de América Latina y Europa.
De su amplia filmografía destacan cintas como Santo contra los zombies (1962), que fue la primera en distribuirse en Estados Unidos; Santo vs. las Mujeres Vampiro (1962), en la que destaca la fotografía y la dirección de arte; Santo en el Museo de Cera (1963), que es de las más populares en el extranjero; Operación 67 (1967), donde actúa junto al galán de la época Jorge Rivero; y Santo vs. los villanos del ring (1968), la cual resalta por las escenas de acción con lucha libre, son algunos de ellos.
Otras de las cintas memorables es Santo contra Capulina (1967) y Santo en El tesoro de Drácula (1969), este último un filme que causó controversia por las escenas que fueron censuradas al momento de su lanzamiento.
A pesar de la fama que alcanzó en el cine y en la historieta El Enmascarado de Plata seguía luchando. Nunca perdió su máscara y “la quebradora”, “la de a caballo” —creación de Salvador Gory Guerrero— y “la plancha” eran sus llaves favoritas. Fue hasta 1982 que decidió poner fin a su carrera.
Para su despedida, tuvo tres grandes peleas: en el Palacio de los Deportes, en la Arena México y la última, el 12 de septiembre de ese año en el Toreo de Cuatro Caminos, en una función donde estuvieron Gory Guerrero, el Huracán Ramírez y el Solitario frente al Texano, Signo, Negro Navarro y el Perro Aguayo.
El 5 de febrero de 1984, tras una actuación en el Teatro Blanquita, El Santo murió de un infarto al miocardio y fue sepultado en Mausoleos del Ángel ante cerca de 10 mil personas. Su féretro fue cargado, entre otros, por Black Shadow y Blue Demon.
El Santo (Rodolfo Guzmán Huerta)
Nació: 23 de septiembre de 1917
Lugar: Tulancingo, Hidalgo
Murió: 5 de febrero de 1984
Lugar: Ciudad de México
Profesión: Luchador profesional y actor mexicano