Los intensos recorridos de cámara partiendo desde abrumadores planos abiertos sobre la inmensidad de los bosques de Louisiana, para luego internarse por los sembradíos de algodón donde en medio de condiciones ínfimas fenece la dignidad, hasta aterrizar en la entrañas de los núcleos familiares destruidos por el ser humano que comercializa a otro ser humano, son efectivas al impactar con el sentimiento de insignificancia y frustración ante el abuso más despiadado que se vive en “Emancipación”, protagonizada por Will Smith.
Esto aunado a la mirada en tonos grises que asfixian los temblorosos atisbos de color, cual si se tratara de una cruel infección cuyos estertores de crueldad se niega a ceder ante el decreto de libertad para los esclavos pronunciado por Abraham Lincoln, es además de una muestra de la depurada capacidad técnica de su director, una forma de anunciar desde un principio, la intencionalidad de comprometerse con el cruento pasado de los Estados Unidos, que al igual que el que corresponde al exterminio de los nativos americanos, exige de una expiación constante dentro del cine y la cultura.
Sin embargo, la naturaleza de quien también es responsable de películas como la franquicia de “El Justiciero” (2014, 2018) y el remake de “Los 7 Magníficos” (2016), le juega en contra e impide que profundice en las implicaciones de los temas y alcance a desarrollar los pliegues de la historia real de este hombre cuya foto de su espalda deformada por los latigazos se convirtiera en un dramático emblema del movimiento abolicionista.
Pareciera que le es inevitable concentrarse mucho mas en la estilizada reproducción de las atrocidades detrás de las líneas del repugnante Ejército Confederado, así como en la mera vitalidad de las secuencias de persecuciones.
Afortunadamente, el vehículo que en general termina por quedarse en la forma, tiene en un Will Smith inspirado, el bastión emocional que le otorga organicidad y pone por encima del promedio de las producciones de época.
La interpretación de quien vaya que sabe lucirse tanto en espectáculos explosivos del estilo de la saga “Bad Boys” (1995, 2003, 2020), cómo en dramas tipo “En Busca de la felicidad” (2006), aquí se ofrece poderosa al evitar aprovechar el completo protagónico para recurrir a los alardes y los aspavientos, apostando por la contención al límite de las emociones, enfocada por gestos mínimos por los que se asoma el borde entre la desesperación, la amargura y el odio.
Así entonces, estamos ante una película de acción en estructura y espíritu, que en su pretensión se viste de sobriedad, resultando eficaz en la forma al ponderar conceptos trascendentales como la resilencia, pero poco sugestiva y consistente en el fondo, aunque resulta un lienzo ideal para que su protagonista encuentre uno de los mejores momentos de su madurez actoral. "Emancipación" de Antoine Fuqua se estrena directo en la plataforma de Apple TV.
