En una noche lluviosa y melancólica, más que ideal para escuchar a una banda caracterizada por su sonido potente con tintes de oscuridad, Evanescence regresó a la Ciudad de México la noche del lunes después de 11 años de no tocar aquí y con una increíble actuación en vivo logró borrar la mancha en su historial de visitas a nuestro país, que se dio en el año 2019 cuando se vio obligada a cancelar la presentación que daría esa vez en un festival a causa de un incidente que puso en riesgo la seguridad de los asistentes.
Con más de tres mil asistentes, el grupo formado en Little Rock, Arkansas, llegó al Teatro Metropólitan luego de que se apagaron las luces y sonó el clásico "Killing in the Name" de Rage Againts the Machine, poniendo a todos en ambiente mientras cantaban la letra. Sobre el escenario, el logo de la banda comenzó a iluminarse, el primero en salir fue el baterista y le siguieron sus demás compañeros, siendo Amy Lee (fundadora y única integrante original) la última en salir ante el grito eufórico de los fans.
Entre otras cosas, este concierto era muy significativo tanto para la agrupación como para sus seguidores debido a que este año se cumplió el 20 aniversario del lanzamiento de su primer disco de estudio, Fallen, y también se daba 20 años después de su primera visita a México, que se dio el 19 de noviembre del año 2003.
"Broken Pieces Shine" marcó un inicio con mucha energía y terminando esta canción inaugural, una emocionada cantante saludó a los asistentes: "Ciudad de México ¿están listos?". Después de agradecer en español por la respuesta de los fans, Amy comentó que aunque las cosas parezcan complicadas no hay que dejar de luchar por ellas y que nada es imposible, acto seguido tocaron "Made of Stone".
Y el primer clásico llegó en forma de "Going Under", proveniente del álbum debut del grupo, con absolutamente todos cantando y moviéndose al ritmo de cada golpe de batería y cada riff de guitarra. Acabando "Take Cover" fuimos testigos de un combo triple con “Lose Control”, “Part of Me” y “Never Go Back”, tocadas de manera ligada una tras otras y sin ningún corte.
Una mezcla de armonía y potencia llegó con "Call Me When You're Sober" y Lee tocando los teclados al inicio para después regresar en medio del escenario. Una vez más la cantante regresó para tocar el teclado. Las primeras notas de "Lithium" llegaron con la vocalista tocando el teclado nuevamente para luego cantar bajo un vistoso juego de luces procedentes del escenario. Un piano fue colocado en medio del escenario y Amy Lee comenzó a tocarlo, adueñándose por un momento del escenario, "Far from Heaven" sonó en su máximo esplendor y el resto de la agrupación llegó para acompañar a su líder.
Terminando "Better Whitout You", el piano volvió a ser protagonista en “Imaginary”, otro tema del álbum debut de la banda. Con la más melodiosa “Wasted On You" llegó un momento de esos que te ponen la piel chinita, especialmente ante la inconfundible voz de Amy, acompañada posteriormente por el resto de sus compañeros.
"The End of the Dream" dio paso a un combo en el que como si se tratara de una canción muy larga tocaron continuamente “Haunted”, “My Last Breath”, “Cloud Nine”, “Everybody's Fool”, “Weight of the World” y “Whisper”. Con un emocionado público que aprovechaba cada momento posible para gritarle a Amy que la amaba mientras que ella les seguía deleitando con su poderosa voz, la cantante preguntó a los presentes si querían una más en claro español y luego compartió un lindo mensaje de no dejar que alguien más decida por nosotros.
Acabó "Use my Voice" y "Blind Belief" sobresalió con un sonido más oscuro con toques de pop entre una predominante potencia sonora llegada del rock. El piano regresó al escenario, Amy quedó sola y acomodó algunos recuerdos que obtuvo recientemente en su visita a nuestro país.
"Este año nuestro primer disco, Fallen, cumple 20 años y yo solo quiero agradecerles por acompañarnos durante todo este tiempo en este recorrido", compartió la vocalista. Con las primeras notas de "My Immortal" la emoción se desbordó y al final muchos terminamos llorando por lo que transmite la letra de este tema y otros también por ese viaje al pasado que les provocó la nostalgia de recordar lo que pasaba en sus vidas cuando la escuchaban hace dos décadas.
Al tratarse de un concierto tan especial era obvio que el cierre llegaría con "Bring Me To Life", ese sencillo que en el 2003 colocó rápidamente a Evanescence en la cima del mundo y que hasta la fecha sigue siendo un himno del llamado nu metal. Al final de la velada, todos los fans salieron complacidos por el gran show que presenciaron.
Tras tocar dos ocasiones en México, siendo la primera el 7 de octubre en el festival Pulso GNP en Querétaro y la segunda el 9 de octubre en CDMX, Evanescence se alista para ofrecer una tercera presentación en nuestro país el 11 de octubre en Monterrey.