Gala Montes y Agustín Fernández protagonizaron el momento más “romántico” hasta ahora en “La casa de los famosos México 2”, pues la pareja pasó la noche en la suite no sólo besándose apasionadamente, sino que hasta se escondieron parcialmente bajo las sábanas para así ponerse a “jugar” sin importar que las cámaras los estuvieran grabando.
Y es que tras la fiesta temática del vienes, Agustín se hincó y con un rosa en la mano le pidió a Gala que durmiera con él en la suite del líder, cosa que la actriz aceptó sin dudarlo toda contenta y ante todos los presentes.
Una vez en la suite, Gala Montes y Agustín Fernández le pidieron a la Jefa que apagaran las luces y, acostados y más cómodos, se pusieron a hablar. Entre los temas que tocaron estuvieron la pelea de Gala con su mamá y el problema que Agustín tuvo con un amigo.
Tras eso, las cosas se pusieron mucho más personales y de telenovela: "Cuéntame algo, Agustín, ¿por qué me gritan que me aleje de ti?", preguntó Gala, ante lo cual él respondió: "Yo creo que somos los malos. Hoy hablábamos con Arath y con Mario, nuestro reality fue más difícil, se vivieron cosas complicadas... estábamos viviendo muy tensos, estábamos muy contaminados, sin decir nombre, no quiero culpar a nadie, era lo que se vivía, se vivía feo", dijo.
"Llegó un momento en el que cambié mi forma de ser... por momentos pensé... me consideraba una persona alegre, divertida afuera y me la empecé a pasar mal acá adentro, fueron tres semanas horribles... me planté en mi cabeza '¿yo soy esto?', como que te contaminas de tu entorno...", agregó Agustín.
"Ahora nos estamos divirtiendo más, nada qué ver con la otra, yo me acuerdo de que nos sentábamos a hablar mal de todos... era una locura, ahora se siente distinto La Casa", abundó Agustín, quien, en modo romántico, se puso a darle un masaje a Gala Montes.
"No sé si subirte más seguido", le dijo el modelo, por lo que Gala le replicó: "¿Por qué?". "Peligro, peligro", le respondió Agustín.
Tras eso, los famosos se pusieron cara a cara y comenzaron a besarse apasionadamente, y tras ello, se abrazaron de “cucharita” y comenzaron a acariciarse y a “jugar”.