Con tres décadas de existencia, Garbage ha sobresalido como una de las bandas más importantes y populares del llamado rock alternativo, haciéndose de grandes bases de fans a lo largo del mundo, tal como pasa en nuestro país, el cual la agrupación ha visitado en múltiples ocasiones desde su primera visita el 11 de junio de 1996 para tocar en el Teatro Metropólitan.
El lunes 4 de septiembre, el icónico cuarteto tocó una vez más en la Ciudad de México, la décima en su carrera para ser más precisos. Después de turistear un poco y cargar buenas energías en las calles mexicanas, los músicos llegaron al Pepsi Center para interpretar en vivo algunas de sus canciones más conocidas ante miles de emocionados asistentes.
Antes del acto principal, Gran Sur subió al escenario para inyectarle al concierto algo de su particular folk rock mexicano con un sonido refrescante que llegó a todos los oídos de los presentes a través de temas interpretados de manera impecable por Chá, Iñaki Vázquez, Elohim Corona y Sofi Mayen.
Mientras que los asistentes seguían llegando al recinto, justo cuando el reloj marcaba las 20:00 horas, Garbage apareció para comenzar su show en directo con “Supervixen”, abriendo así la noche de la misma forma de la que inician su álbum debut homónimo, lanzado en el año 1995. Un Pepsi Center que estuvo a punto de llenarse completamente, fue testigo de un derroche de talento musical de parte de Butch Vig, Steve Marker, Duke Erikson y una Shirley Manson que lució fabulosa usando un vestido blanco y botas negras muy al estilo de la moda alternativa de los años 90.
Sonaron "#1 Crush", "The Men Who Rule The World" y "Run Baby Run", causando una conexión inmediata entre los músicos y el público, porque México ama a Garbage y Garbage ama a México, algo que quedó más que claro durante toda la velada. El escenario era muy sencillo, lo que importaba realmente era la música, sólo había una pantalla de fondo con visuales sencillos y algunas luces tanto a los lados como arriba.
Tras dar las gracias en español, Manson, notablemente emocionada, se dirigió al público: "Me gustaría hablar más español, no hablo español y eso me tiene muy avergonzada, pero espero que ustedes puedan entenderme, hemos venido a México desde 1996, existe una relación especial entre Garbage y México, ustedes son unas malditas estrellas de rock, los amamos mucho, se siente mágico estar de vuelta, gracias por venir esta noche". Luego llegaron los temas “Special”, uno de los más cantados de la noche, y “Wolves”.
Durante “Bleed Like Me” el público se hizo cargo de la mayoría de los coros mientras que Shirley sonreía al verlos y escucharlos, en el puente de la canción ella bailó dando vueltas como la reyna del rock que es, derrochando actitud y mostrando por qué es una de las mejores front woman de la música. Al terminar “On Fire”, la vocalista habló de una de sus heroínas personales del rock; "Queremos hacer un tributo, no sé si la conozcan porque ella es más grande que yo, pero sé que a ustedes les gustan las chicas oscuras", fueron las palabras con las que presentó "Cities in Dust", cover de Siouxsie and the Banshees.
"Muy bien, ahora vamos con algo de la vieja escuela de Garbage", mencionó Manson y sonaron una tras otra “I Think I'm Paranoid”, “Stupid Girl”, “No Gods No Masters”, “Cup of Coffee”, “Godhead”, “Vow” y “Only Happy When It Rains”, esta última la remató la cantante diciendo: "Se siente tan malditamente bien estar tan triste". "Muchas gracias, ahora vamos a tocar mi canción favorita de Garbage, debería ser profesional pero no lo soy y pido disculpas a los fans, a veces las cosas son divertidas y a veces todo se va a la mierda", fue la introducción para "Push It", a la cual le siguieron "When I Grow Up" y "No Horses".
La banda se fue del escenario y regresó rápidamente para continuar con la última parte de este. Primero Shirley mencionó nuevamente que para ellos es un placer estar en México y luego tocaron “The Trick Is to Keep Breathing”. El final de la noche llegó con “Cherry Lips (Go Baby Go!)”, la cual introdujo Manson diciendo que era momento de hacer una fiesta y así sucedió en un cierre marcado también con la presencia en el escenario de un grupo de bailarines y bailarinas de vestimentas coloridas que le inyectaron más energía a la canción.
Garbage se despidió mientras que sus fans pedían una canción más, la cual no llegó, pero eso no importó porque al final fue un gran concierto del cual todos salieron muy satisfechos, músicos y asistentes por igual.
DGC