Sí, en “Garra”, el desempeño de Adam Sandler es sobresaliente, pero sólo en la medida de sus propios trabajos y nada más, no en el panorama general.
Porque, aunque hay que reconocer que al encarnar a este exjugador de baloncesto dedicado a reclutar nuevos talentos para el equipo de los Philadelphia 76ers, quien se encontrará a un joven con potencial anclado en un entorno social adverso, iniciando así una odisea por ingresarlo al campo profesional; el también protagonista de “Un papá genial” (1999) y “Son como niños” (2010) amplía el rango dramático en el que suele desenvolverse, esto lo hace con un personaje a modo.
En el que incluso da continuidad al semblante de desgano con el que viste a sus personajes más recientes, manteniéndose en su estado de confort, solo apostando por un acertado trabajo contenido y cumplidor, impulsado por su ya conocido amor por la NBA.
Sin embargo, hay otros aspectos que destacar de esta propuesta estrenada por Netflix que se apunta en la línea de películas superacionales en entornos deportivos como Jerry Maguire (1996) y Un sueño posible (2009).
Y es que se permite ofrecer interesantes y efectivas variantes con respecto a las mismas, entre ellas el que contrario a lo que le solemos ver con Sandler, esta vez su pareja romántica interpretada por la carismática Queen Latifah —“Chicago” (1999), “Taxi” (2003)— afortunadamente no obedece a los estereotipos de belleza establecidos dentro del entretenimiento.
De igual modo el modelo familiar que presenta se aleja de los convencionalismos, normalizando para la pantalla el necesario reclamo de nuestros tiempos y nuestra realidad. Hay además una clara conciencia de los medios y redes sociales, que habrá de ser un factor clave para dar el giro al camino de los dos protagonistas, quienes uno al otro le abren las puertas a la redención a partir de la acción en la duela.
Por supuesto la participación de muchísimas figuras de la liga que tiene el mejor baloncesto del mundo se convierte en una delicia para los fans. Desde el español Juancho Hernangómez traído directo de las filas del Jazz de Utah y Anthony Edwards de los Timberwolves, pasando por los célebres Charles Barlkey y Shaquille O’Neal, hasta llegar al legendario Julius Erving “Dr. J”, cuál si se tratara de “Space Jam 2” (2022), las apariciones son muchas y espectaculares.
Sólo que contrario a lo que sucede con tal película fallida, aquí son muy disfrutables, porque ya sea que se trate de cameos interpretándose a sí mismos o en algún rol de mayor trascendencia, todos tienen sentido dentro de la historia, además de que están sumamente cuidados para no exponerlos en lo que se refiere a sus posibilidades interpretativas.
Todo además luciendo una manufactura que atiende y se nutre el ímpetu videoclipero estilizando sin excesos las secuencias en las canchas y los entrenamientos con llamativos y certeros juegos de perspectivas, equilibradas con la sobriedad de los momentos íntimos.
"Garra" es pues una película que no solo obedece a la fórmula, sino que le saca provecho y la enriquece para encontrar su propia identidad, que sin ser nada del otro mundo ni mucho menos, es honesta y tiene corazón. Una entrañable y cautivadora carta de amor a la NBA, que se convertirá en una de las consentidas del público.