Continúa el camino a la perdición fílmica de lo que en “Halloween” de 2018 representó no sólo un afortunado regreso de la franquicia, sino la lúcida evolución de su protagonista original que le colocó por encima de la complejidad promedio de la misma, y además como un modelo de personaje femenino más que acorde a la época.
Y es que si con “Halloween Kills” de 2021 —dirigida por el mismo David Gordon Green— se encargaron de echar por tierra todo lo arriba mencionado luciendo una enorme incapacidad para hacer funcionar la fórmula en un contexto donde la información llega en segundos, además de desperdiciar con situaciones que rayaron en el humor involuntario, las posibilidades de contar en paralelo lo que sucedió la noche en cuestión; ahora abaratan su propio concepto.
Así pues, de nueva cuenta la idea es atractiva, enfocarse en la maldad como un rasgo infeccioso de la naturaleza humana, en contraposición con el estímulo externo que resquebraja la personalidad y lo potencia para dar pie al baño de sangre que obviamente es uno de los ingredientes principales.
El problema viene cuando en su afán de desarrollar lo que habrá de ser la génesis de todo el asunto y un posible cambio de generación —porque no engañan a nadie con su solución final—, a través de un joven que tras protagonizar un terrible accidente es estigmatizado por los ciudadanos; nunca se preocupan por darle la mínima congruencia a los principales vínculos que establece con el resto de los protagonistas, ni sustentar el porqué precisamente ahora, el deseo de escapar del lugar donde vivieron experiencias tan traumatizantes los lleva a ir incluso en contra de lo que los había definido.
Por si fuera poco, el temible Michael Myers queda reducido a una especie de criatura de cloaca que según les convenga, puede ser sometido con facilidad o lucir como el gigante imparable que tantas veces habíamos visto.
Claro, los sobresaltos están garantizados, aunque no todos funcionen, además de la respectiva cantidad de muertes de las que inexplicablemente, pese a qué incluyen víctimas bien identificadas dentro de la comunidad, no se hace mayor eco.
Entre ellas destacan algunas aderezadas con humor negro y que por lo mismo resultan de las mejor logradas, por ejemplo, la que involucra una lengua, pero es es todo. Con “Halloween: La Noche Final”, que apenas y resulta entretenida, queda claro que en realidad aquel prometedor regreso del que hablábamos de inicio, para la saga fue solo uno de esos espasmos finales que acostumbran tener los asesinos slashers antes de morir.
