“Hay Héctor Bonilla para rato”, así lo aseguró a La Razón el primer actor de 81 años, para quien ni su avanzada edad, el cáncer de riñón que padece, ni la pandemia de coronavirus han sido impedimento para mantenerse activo en lo que es su pasión. Actualmente ofrece junto a su esposa, la histrionisa Sofía Álvarez, tres proyectos escénicos vía Zoom: Cartas marcadas, Sobre el daño que causa el tabaco y Desde casa con Sofía.
“Yo no he salido del confinamiento y en esta casa vivimos cuatro personas: mi suegra de 101 añitos, una persona que está permanentemente pegada a ella, mi esposa y yo; pero tampoco hemos dejado de chambear: nos ha ocupado el trabajo creativo, cocinando todos estos proyectos. Me siento bien, no me duele nada, tengo energía y me atengo a las indicaciones de los médicos; me revisan cada mes y estoy respondiendo a lo que ellos esperaban”, contó.
Bonilla describió a la plataforma Zoom como una nueva oportunidad expresiva a la que ya está perfectamente adaptado y destacó que, pese a que se trata de un medio que apenas inicia, tiene un futuro “abrumador”.
“De pronto tienes la posibilidad de ampliar el público de 300 a 50 mil personas, es una verdadera locura. Seguramente esto seguirá evolucionando rápidamente y uno tiene que estar ahí, por eso tenemos ya tres proyectos chambeados para la plataforma, la cual te permite ofrecer una novedad que muy pocos están haciendo”, apuntó.
Por ello aseguró que no fue complicado llevar las obras escénicas al streaming. Respecto a Sobre el daño que causa el tabaco, monólogo de Antón Chéjov que lo ha acompañado desde que tiene 23 años, detalló que mientras él actúa y platica acerca de la época del texto y el autor, su esposa lo maquilla.
De Desde casa con Sofía comentó que es un proyecto en el que su cónyuge relata cuentos infantiles y en el que él la apoya.
Trasladar Cartas marcadas al streaming (obra que estrenó con su esposa en 2016 en El Vicio) fue una labor sencilla, pues en vez de proyectar en la pared las imágenes que empleaban como apoyo e ilustraciones, ahora las trasmiten a los dispositivos del público.
La escenificación es un homenaje a las cartas y una reflexión acerca del uso desmedido actual del celular y el abandono de las misivas redactadas a mano. Se realiza a partir de diversas epístolas de figuras históricas.
“Hay una de James Joyce, quien era mamonsísimo y flemático, que es un escrito erótico verdaderamente vergonzoso y explícito, entonces es muy chistoso leerla; hay también una del Che Guevara a sus hijos, otra de Juárez a Maximiliano y otra de un hombre con Alzheimer, en la que se despide de su esposa y le dice que probablemente no volverá a tener lucidez”, detalló.
Bonilla explicó que con la puesta escénica busca establecer la diferencia entre la comunicación a través de cartas y el celular, “que considero importante recalcar, porque para una carta meditas antes de poner la pluma sobre el papel, piensas detenidamente qué es lo que quieres decir. Esto ya se acabó y lo patético del teléfono, y lo cual nos convertirá en robots, es que es una correspondencia que siempre es apresurada.
“Veo a las personas mover sus pulgares a una velocidad cada vez mayor, mientras desaparecen el lenguaje al hacer contracciones y combinaciones de inglés con español; con ello están dándole fin a la prosodia, la ortografía, la sintaxis y el idioma”, lamentó.
Sin embargo, Bonilla no considera paradójico que el público utilice su celular para ver su obra, sino que lo ve como una posibilidad surgida a raíz de la pandemia. Y reiteró que el teatro presencial no desaparecerá.
“La comunicación persona a persona se ha revalorado: los abrazos ya adquirieron otro significado gracias al alejamiento que hemos sufrido. Pero no creo que por ello dejemos la tecnología ni volvamos a las cartas... ya están extintas. El teléfono nos atrapa y estoy convencido de que acabaremos convertidos en robots: en Japón a algunos viejos les dan unos autómatas para que los apapachen, están fabricados especialmente para eso y hasta les ponen rubor en las mejillas para que enternezcan… eso es siniestro”, expresó.
- El dato: Bonilla y Álvarez ofrecen las funciones virtuales desde la intimidad de su sala; Cartas marcadas forma parte del ciclo Cabarezoom de El Vicio, en el cual Las Reinas Chulas también presentan La casa de papel de baño.