En la actualidad es muy complicado encontrar una persona en el mundo que no haya escuchado la palabra Disney, el apellido del hombre que hace un siglo fundó su propia compañía productora, la cual paulatinamente fue creciendo hasta convertirse en el titán del entretenimiento. La semilla que sembró Walt Disney en 1923 entre sueños e ilusiones se convirtió en el emporio más poderoso del mundo con presencia en prácticamente todo el globo terráqueo.
Desde el principio, el estudio se preocupó por estar a la vanguardia e innovar utilizando la más alta tecnología en sus proyectos, lo que lo posicionó como una de las casas productoras más relevantes en Estados Unidos.
Ahora Disney es uno de los principales productores de la industria fílmica —y no sólo en la animación—. La compañía está dividida y subdividida en múltiples estudios y filiales: Walt Disney Studios, Walt Disney Pictures, Pixar, Marvel Studios, Lucasfilms y 20th Century Studios (antes 20th Century Fox), entre muchos otros. La compra de éste último causó revuelo tanto en la industria del entretenimiento como en la de la economía.
Fue a través de un comunicado oficial que 20th Century Fox anunció, en marzo del 2019, la absorción por parte de Disney por una suma de 71 mil 300 millones de dólares, por lo que la compañía habría adquirido los estudios de televisión y de cine que estuvieran bajo el sello y propiedad de Fox, así como los canales de entretenimiento y sus acciones en el marco internacional.
Además, el deseo de Disney por ser la potencia número uno del entretenimiento a nivel global llevó a la compañía a saltar de la pantalla grande a la radio y televisión; de los dibujos animados a los noticiarios y programas de deportes; y —más recientemente— a cualquier dispositivo, gracias a las plataformas digitales. En 1996, la compañía compró Capital Cities/ABC, un gigante de los medios de comunicación estadounidenses. Con esta adquisición, Disney obtuvo 10 canales de televisión y 21 radioemisoras, así como participación en cuatro canales por cable, destacando ESPN.
La magia sale de las pantallas. El visionario Walt Disney no quería que las fantasías plasmadas en sus producciones se quedaran sólo en la pantalla, por lo que comenzó a idear una forma de hacer que el público viviera la mágica experiencia en carne propia. De acuerdo con una publicación de Disney Latino, el productor “siempre soñó con un lugar donde los miembros de la familia pudieran divertirse juntos, sin importar sus diferentes edades”.
Fue el 17 de julio de 1955 que Disneyland, conocido como “El lugar más feliz de la tierra”, abrió sus puertas al público, proponiendo una nueva forma de entretenimiento. El parque inició con 18 atracciones, muchas de las cuales mantienen su popularidad al día de hoy, como Disneyland Railroad, Jungle Cruise, Fantasyland, King Arthur Carrousel, Peter Pan’s Flight y Mr. Toad’s Wild Ride, entre otras.
En el presente existen cinco complejos, desde Francia, hasta Japón. Engloban atracciones para todas las edades con los rostros de los personajes de las películas más populares.
En Estados Unidos están dos de estos complejos: Disneyland —en Anaheim, California— y Disney World —en Orlando, Florida—. El primero cuenta con dos parques de diversiones, mientras que el segundo con 6, siendo éste el más grande del mundo. Por otro lado, el Disneyland París —en Francia—, tiene dos parques de diversiones, así como el Tokyo Disney Resort —en Tokio, Japón—.
Por último, en China hay dos complejos: el Disney Resort —en Shanghái— y el Disneyland Hong Kong.
