Más de 65 mil fans en el Foro Sol

Iron Maiden sorprende con poderoso show lleno de teatralidad

La banda presenta en tierra azteca su más reciente producción Senjutsu; vuelve después de casi tres años de ausencia; pone a cantar a peluche de Dr. Simi

La agrupación, la noche de ayer en el Foro Sol.
La agrupación, la noche de ayer en el Foro Sol. Foto: César Vicuña/OCESA

La banda Iron Maiden sorprendió a 65 mil fans en el Foro Sol de la Ciudad de México con espectáculo alucinante, lleno de teatralidad, fuegos artificiales y mucho heavy metal. La Doncella de Hierro brindó un espectáculo abrumador que hizo brincar, gritar y matear.

Tras casi tres años de ausencia por la pandemia, los británicos presentaron por segunda ocasión The Legacy of the Beast, show basado en su videojuego móvil, aunque la versión de la que fue testigo ayer el público fue distinta a la de 2019, incluyó temas de Senjutsu, su más reciente disco.

A las 21:08 horas, Iron Maiden comenzó con el espectáculo. Al fondo del escenario se podían apreciar unas casas con fachada oriental y las clásicas guitarras gemelas estremecieron el Foro Sol, que de inmediato empezó a temblar con “Senjutsu”, cuando hizo su aparición Eddie The Head.

El Doctor Simi se hizo presente en el escenario. Bruce Dickson lo tomó y jugueteó con él. Le ponía el micrófono, para que el peluche cantara y terminó poniéndolo al centro de la batería.

Para “Revelations” la escenografía cambió. Ahora lucían unos vitrales que formaban la figura de Eddie. Steve Harris lucía poderoso, el ritmo de su bajo se podía sentir en los huesos.

Los fans enloquecieron cuando Dickson les hizo saber que en el concierto de anoche se congregaron 65 mil personas, siendo éste el show más grande de la gira 2022.

La escenografía se modificó una vez más. Se podía ver al fondo una pintura de tonos rojizos en la que se podía mirar una mano de un esqueleto. Del escenario salían llamas y Dickson portaba una cruz con luces que paseaba de un lado a otro. Los guitarristas lucieron soberbios solos que estuvieron acompañados de fuegos artificiales con “Sign of the Cross”.

Una imponente estatua de un ángel se hizo presente en el escenario. El resto de la tarima se cubrió de humo y las luces se atenuaron. Dickson se plantó con un lanzallamas interpretando “Flight of Icarus” y llevándose una gran ovación. El tema concluyó con un espectáculo de láseres de fuego.

El público coreaba: “Maiden, Maiden, Maiden...”, unas antorchas se encendieron en el escenario y los gritos agudos de Dickson y los remates de McBrain en “The Number of the Beast” provocaron que el público enloqueciera. Al fondo se veía un río de lava que conducía a una boca gigante con colmillos de un demonio.

Para “Iron Maiden” el demonio morado apareció en el escenario en uno de los momentos más memorables de la noche. La banda se tomó un descanso de apenas unos minutos y volvió con “The Tropper”, el tema más esperado por los presentes. Dickson portaba una bandera de México.