La estrella estadounidense Kim Kardashian, de 39 años, rompió el silencio este miércoles y habló de las enfermedades mentales que padece su esposo Kanye West, quien la noche de ayer señaló que ella no tenía poder sobre él para recibir ayuda psiquiátrica.
“Entiendo que Kanye está sujeto a críticas porque es una figura pública y sus acciones a veces pueden causar fuertes opiniones y emociones. Es una persona brillante pero complicada que, además de las presiones de ser un artista y un hombre negro, experimentó la dolorosa pérdida de su madre, y tiene que lidiar con la presión y el aislamiento que aumentó su trastorno bipolar”, reveló la socialité.
Señaló que quienes están cerca de Kanye “conocen su corazón y entienden que sus palabras algunas veces no se alinean con sus intenciones”, expresó Kardashian.
“Como muchos de ustedes saben, Kanye tiene un trastorno bipolar. Cualquiera que tenga esto o tenga un ser querido en su vida que lo sepa, sabe lo increíblemente complicado y doloroso que es comprenderlo”, añadió.
Kim Kardashian aseguró que no había hecho público cómo la enfermedad de Kanye Esta ha afectado a su familia porque protege a sus hijos y el “derecho de Kanye a la privacidad en lo que respecta a su salud”.
“Vivir con un desorden bipolar no disminuye ni invalida sus sueños y sus ideas creativas, sin importar cuán grandes o imposibles de conseguir puedan parecer para algunos. Eso es parte de su genio y, como todos hemos presenciado, muchos de sus grandes sueños se han hecho realidad “, continuó.
La noche del martes, West acusó a su esposa de intentar encerrarlo y comparó a su suegra con el dictador norcoreano Kim Jong-un. “Kris (Jenner, su suegra) y Kim emitieron un comunicado sin mi aprobación... eso no es lo que una esposa debería hacer. La supremacía blanca”.
También dijo que había intentado separarse de la empresaria cuando en noviembre de 2018 su mujer se encontró con el rapero Meek Mill en un hotel.