Disney vuelve a confirmar que sus nuevas series, más allá del resultado, son el camino para ofrecer una mayor variedad de enfoques con respecto a sus personajes, dentro de producciones que, en la medida de lo posible, puedan funcionar al margen de la saga que han consolidado durante más de una década siguiendo lineamientos muy específicos. Debemos decir en este caso, que la serie “Loki” al menos de inicio —apenas hemos visto los primeros episodios—, lo hace de la mejor manera.
Presentada como un spin-off que podría denominarse como una precuela, pues su punto de partida es un suceso previo a “Avengers: Endgame”, pero también una secuela, ya que da continuidad a los hechos de la misma.
“Loki” logra sacar de los lineamientos estereotípicos del concepto del superhéroe y el supervillano, al otrora hermano adoptivo de Thor, para explotar sus posibilidades dentro de una aventura con aire a los clásicos de investigadores.
Es llevarlo a involucrarse con la Autoridad de Variación Temporal, para hacerlo consciente el funcionamiento del tiempo y los multiversos, obligándolo a enfrentar cuestionamientos sobre la importancia de sus acciones dentro una realidad vista desde afuera, así como de la trascendencia de su propia existencia; lo que aquí permite explorar y replantear sus motivaciones, sin traicionar su personalidad.
Para ello dejan un tanto de lado las escenas de acción, apostando por entretenidas e interesantes conversaciones salpicadas de ironía, que además son mucho más elaboradas que de costumbre. Para sostenerlas por supuesto, cuentan con el innegable carisma de Tom Hiddleston, quien no sólo por fin tiene la oportunidad de darle continuidad a un personaje a modo, sino que encuentra la apertura para ofrecer un significativo cambio de registro.
Por otro lado, todo se desarrolla dentro de un escenario que alude a un muy acorde retrofuturismo, mezcla de elementos análogos con alta tecnología y procedimientos burocráticos, adquiriendo así una atemporalidad muy conveniente para presentar esta otra área del universo Marvel.
Se agradece que, aunque evidentemente las hay, esta serie es mucho menos dependiente de las conexiones, referencias y cameos, las cuales luego redundan en las consabidas y a veces cansinas teorías. Habrá que ver si mantienen estas prometedoras directrices, conforme vayan llegando los subsecuentes episodios que a partir de hoy se estrenarán uno cada miércoles, pero, de entrada, “Loki” es una de las propuestas recientes de Marvel que, sin renunciar al entretenimiento, ofrece mayor complejidad y frescura.
