Se estima que en el mundo en las últimas cuatro décadas han nacido ocho millones de bebés a través de un vientre de alquiler y en México sólo en dos estados está legislado, Tabasco y Sinaloa. Expertos han llamado a regular la gestación subrogada para proteger a las mujeres que deciden rentar su útero y a las que deciden ser madres por esta vía, pues corren el riesgo de que se violen sus derechos humanos o queden desprotegidas. Es justo esta problemática la que se retrata en Madre de alquiler, que el fin de semana se posicionó en el lugar 1 en el top 10 de Netflix.
La serie telenovela de Aída Guajardo producida por Argos, sigue la historia de Yeni (Shaní Lozano), una joven de escasos recursos económicos que se ve obligada a rentar su vientre para poder sacar a su padre de la cárcel. La protagonista se ve envuelta en toda una serie de atropellos contra sus derechos humanos desde el momento en que firma el contrato con una apoderada familia que después de dar a luz la seguirá atormentando sin escrúpulos
“El conflicto es que hay una mujer de un origen muy humilde, que decide rentar su vientre a una familia extremadamente poderosa y corrupta, toda esta parte de la renta de vientre sucede dentro de un marco de abuso de poder, eso es lo peligroso de las cosas. Hay muchas vueltas de tuerca, giros sorpresivos”, detalló a La Razón Fernanda Borches, actriz quien da vida a Marcela, una especialista en biología de la reproducción, quien trabaja para una farmacéutica muy poderosa y poco ética.
En la ficción, el personaje de Borches se hace cargo del caso de Yeni, donde todo se complica, porque ella ya no quiere estar en la compañía por las malas prácticas que realiza.
Si esto no está regulado (la gestación subrogada), controlado y cuidado es un espacio muy fértil para estos abusos de poder. Todos estos conflictos llevados a la ficción de alguna manera ayudan a visibilizar estos temasFernanda Borches, Actriz
La actriz de El Candidato y Run Coyote Run aplaudió que a través de la serie Madre de alquiler se visibilicen los abusos que se pueden dar alrededor de una gestación por sustitución, aunque reconoció que no está en contra de esta práctica siempre y cuando esté regulada y se cuide a las dos partes involucradas.
“Es un tema en el que todavía hay mucha desinformación al respecto, porque ni siquiera está regulado, en México sólo en dos estados, teniendo eso en cuenta es difícil tener una postura clara al respecto, en lo que a mí respecta sí estaría de acuerdo en la renta de vientre, siempre y cuando esté regulada para proteger a las dos partes, a la mujer gestante y a la pareja que decide rentarlo, sobre todo la mujer gestante que en estas sociedades asimétricas en las que estamos viviendo puede ser la parte más vulnerable, que las dos partes estén conscientes y completamente protegidas; es una forma de concretar el sueño de familias, parejas que no pueden tener hijos”, compartió.
Borches recalcó que la falta de regulación hace que la gestación por sustitución sea un espacio fértil para los abusos de poder.
Sobre su personaje dijo que el reto fue mostrar la parte más humana de Marcela. “El desafío fue la parte técnica, interiorizar temas que desconocía sobre la reproducción asistida, la cuestión más compleja que es el alquiler de vientres, es algo que no está tan instalado en la sociedad, eran temas desconocidos que tuve que averiguar bien, usar vocabulario técnico, pero hacerlo lo más accesible al público e inyectarle humanidad”, contó la actriz.
Madre de alquiler supone el regreso de la actriz Leticia Calderón como villana en el papel de la terrible Nora, madre de Carlos (Luis Ernesto Franco), quien desea convertirse en padre con su esposa Julia (Marcela Guirado).