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¿Cómo matar a mamá?: ¿vale la pena ver la película con Ximena Sariñana?

“¿Cómo matar a mamá?” se estrenó en cines; te decimos si vale la pena ver la película con Ximena Sariñana

¿Cómo matar a mamá?: ¿vale la pena ver la comedia con Ximena Sariñana?
¿Cómo matar a mamá?: ¿vale la pena ver la comedia con Ximena Sariñana? Foto: Especial

En “¿Cómo matar a mamá?”, una historia sobre tres jóvenes hermanas de personalidades y circunstancias domésticas completamente diferentes, que se ven obligadas a ir de viaje con su madre, quien ante la gravedad de su enfermedad les pide que la maten; lo primero que destaca es el cuidado en la manufactura que, aunque entre postales de carretera, playa y viñedos luce cierto snobismo y llega a hacer muy evidente el compromiso de promoción turística, entrega un escenario luminoso ideal para el contraste entre el resentimiento y la evocación, que empuja a comprender el pasado para encontrar el alivio en la despedida y modificar los mecanismos que han llevado a las protagonistas a un presente de insatisfacción.

Del mismo modo se agradece el que la ligereza en el desarrollo de la comedia, que incluso evita los aspavientos en las situaciones que bordean lo disparatado dentro de la trama, la cual por cierto nada tiene que ver con lo que la publicidad y la misma secuencia inicial de créditos promete como una sucesión de intentos de las protagonistas por cumplir el deseo de su progenitora; no debilite el drama sobre el que todo se sustenta y que, sin ser precisamente complejo o profundo, apunta a reflexionar de una manera amable sobre cuestiones como la eutanasia.

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Es sobre todo durante las conversaciones más íntimas que con naturalidad se dimensionan los conflictos personales sobre la maternidad, el compromiso y los roles de género en el matrimonio, dándole sentido a la propuesta. En eso también ayuda un cast enfocado que además no obedece a los modelos estandarizados de belleza, si no a la naturalidad que proyectan en conjunto, cobijado por el oficio de una Blanca Guerra llenando la pantalla a su antojo.

Por desgracia, son los pequeños detalles del mecanismo los que le restan consistencia al resultado general, dígase chistes que no se justifican dentro de su ejecución, como aquel relacionado con beber una copa de vino, por ejemplo, o lo excesivamente conveniente de las salidas a las complicaciones, y la participación de un par de personajes secundarios cuyas actitudes no corresponden al entorno en el que se platea todo el asunto y parecen estar más por que así lo dice la fórmula.

Pese a esto último, “¿Como matar a mamá? es entretenida, entrega algunos momentos simpáticos, otros emotivos y no se pierde por completo en la frivolidad.