Con un toque nostálgico y cálido, a las 21:05 horas, Morrissey salió al escenario y antes de cantar, expresó a una audiencia entregada: “casa, casa, amor, amor. Yo estoy muy feliz”.
“William, It Was Really Nothing” y “Alma Matters”, fueron las canciones con las que abrió el primero de los dos conciertos que el exlíder de la emblemática banda The Smiths, tiene programados en el Auditorio Nacional. El público lo ovacionó.
El cantautor interpretó las canciones más emblemáticas del grupo de rock alternativo, The Smiths, con las nuevas de sus últimos álbumes en solitario: Low in High School y This is Morrissey.
El británico volvió a ser aplaudido por un público mexicano entregado, que no pudo evitar demostrar su preferencia por las canciones de The Smiths, al corearlas y ponerse de pie, pero sentarse con algunas de sus nuevas composiciones.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando llegó “How Soon Is Now?”, una de las canciones más oscuras y desesperanzadoras cuando fue líder de la banda británica en los años 80.
Un saco azul y una camisa con su imagen cuando era joven fue el look elegido por el artista, quien en varias ocasiones arrastró palabras en español mientras se acercaba al público.
Como es característico en cada concierto de Morrissey, su postura especista y contra el maltrato animal se hizo presente con “Meat Is Murder”, “Carne es asesinato”, en español, y proyectó videos de corridas de toros.
“If I say to you viva toro”, dijo el británico, para exigir una vez más respeto por la vida animal.
Los mensajes melancólicos que encierran las composiciones del artista fueron apoyados con imágenes y proyecciones multimedia que evocaron épocas pasadas de Reino Unido, gatos y escenas urbanas de los años 70 y 80 con punks en calles de Londres y otros movimientos contraculturales
de aquel tiempo.
“What would you do It, you weren’t afraid?”, ¿Qué te gustaría hacer, si no tuvieras miedo?, en español, fue uno de los mensajes proyectados en las pantallas que acompañaron la presencia del cantante.
Rabioso y desafiante, pero a la vez dulce, fue el ritmo que imprimió en su espectáculo Morrissey, quien desde su música ha criticado diversas políticas derechistas.
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La euforia de los fans se desbordó con el tema “Jacky’s Only Happy When She’s Upon on the Stage”, momento en el que Morrissey se quitó la camisa para secarse el sudor y después lanzarla al público.
A las 22:20 el intérprete abandonó el escenario por unos minutos para sustituir la camisa que regaló por otra con la imagen de una colorida calavera punk que lo acompañó mientras era ovacionado al cantar otra de las composiciones preferidas: “Everyday Is Like Sunday”.
Mientras en el Coloso de Reforma se vivía el momento más pleno con la canción, nadie pensó que fuera el cierre de su presentación.
Al concluir, a las 22:28 horas, Morrissey agradeció y salió de inmediato con toda su banda y se encendieron las luces. El hecho desató una rechifla unánime y gritos de protesta contra el final inesperado.
Varias personas molestas se quedaron por minutos observando el escenario sin saber lo que sucedía, mientras otros más chiflaban y coreaban sin parar el clásico: “uuulero”.
“Tal vez lo hizo a propósito, ya vez que es medio amargado y frío, es su estilo ahora”, dijo una joven a su padre mientras abandonaban el Auditorio Nacional, junto a grupos de amigos y fans cabizbajos que seguían sin entender qué sucedió en este cierre abrupto.
El Dato: Recientemente se estrenó la biopic no autorizada Descubriendo a Morrissey.
