Muere Paul Leduc, el cineasta de la mirada crítica y ácida

Al realizador Paul Leduc siempre le interesó denunciar las injusticias y las problemáticas sociales que enfrentaba México, lo hizo desde su primer filme Reed, México insurgente (1973), hasta su último trabajo Caos (2010). Por ello, ayer ese cine crítico e independiente se puso de luto ayer con el fallecimiento del creador, a consecuencia de complicaciones de una enfermedad crónica, informó la Secretaría de Cultura.

Paul Leduc, quien antes de incursionar en el séptimo arte, estudió arquitectura y teatro, desde que fue parte del Consejo General de Huelga se preocupó por las problemáticas sociales.

“Su cine tiene una visión muy realista, muy cercana a la gente, es sobre lo que estaba ocurriendo en el país. Desde que estaba estudiando, hizo parte de los comunicados del Consejo General de Huelga, siempre estuvo muy cercano con la gente; tuvo esta mirada crítica y ácida, nada complaciente para los gobiernos en turno”, destacó el crítico de cine Irving Torres Yllán, en entrevista con La Razón.

El realizador, quien estudió Cine Etnográfico en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos en París, Francia, creó la casa productora Cine 70, con la que produjo cortos documentales para el Comité Olímpico.

Incursionó como director con el largometraje Reed, México insurgente, con el que, a través de la mirada del periodista estadounidense John Reed, ofreció un crudo retrato de la Revolución Mexicana.

“Cuando se estrena esa película, estábamos en los años 70, esta nueva apertura del nuevo cine mexicano. Es muy importante porque es uno de los pocos acercamientos que tenemos de la Revolución Mexicana, que no tienen el romance con el que siempre se le trata de ver. Es un filme muy realista: vemos la pobreza y la miseria en pantalla. Para Paul Leduc la Revolución no era bonita, tenía que retratarse, pero en crudo”, resaltó Torres Yllán.

Adentrarse a la filmografía de Leduc no era sencillo, incluso lo reconoció en una entrevista para la Revista de la Universidad de México: “la película no es comercial; es más, va contra el público en muchos aspectos”, decía de Reed, México insurgente. Fue un sello de todo su trabajo.

“El cine de Paul Leduc no es cronológico, del que lleva al espectador de la mano, sino que lo reta a involucrarse en las historias, a que en su mente vaya armando lo que está proponiendo el director. Te obliga a estar cuestionándote”, apuntó.

Para el experto, las cintas de Leduc que no cuentan con una estructura formal son Etnocidio: notas sobre El Mezquital, que muestra el proceso de exterminio que sufrían los indígenas otomíes; Historias prohibidas de Pulgarcito, de la guerra en El Salvador; y ¿Cómo ves?, que muestra a jóvenes marginales de la Ciudad de México.

Otras cintas importantes son Frida, naturaleza viva, una biografía de la pintora Frida Kahlo, que fue protagonizada por la actriz Ofelia Medina; y Cobrador: In God We Trust, en la que adaptó cuentos de Rubem Fonseca.

Leduc fue contestatario no sólo en sus trabajos, sino en todos los aspectos de su vida, muestra de ello fue el contundente discurso que ofreció en 2016, cuando se le otorgó el Ariel de Oro por su trayectoria. En Canal Once no se transmitió completo. “El cine en México sigue siendo negocio, pero no para los cineastas mexicanos”, “hace 70 años, el cine mexicano se veía. El actual, no” y “los cineastas actuales ignoran el público al que se dirigen porque nunca le han permitido conocerlo realmente, relacionarse con él”, fueron algunas críticas que lanzó.